Capítulo 1: Aniversario De Bodas.

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-¡Mieeeeeerdaaaaaa!.- definitivamente los trabajos en el campo son más cansados que los de una oficina. El confiado y arrogante chico con cabellos de oro que alguna vez fue el primer candidato a ser Fuhrer de su país, ahora tenía el cabello alborotado, la frente llena de sudor y las finas manos blancas como la nieve llenas de cayos por culpa de la pala para labrar la tierra.- ¿Esto no sería más fácil con alquimia?

-Definitivamente no, si lo haces de forma brusca, la tierra se maltratara y no florecerá.- dijo con completa calma la pequeña anciana a su lado, ella podía pasar desapercibida por su edad y apariencia, pero era la mecánica de automails más habilidosa del país: Pinako Rockbell.- sigue trabajando duro.

-Tch.- su estómago comenzó a gruñir con insistencia.- ¿Al menos podrias ayudarme para terminar más rápido?

-Pues no. Si una anciana trabaja la tierra, le pasa sus malas vibras y no florece.

Si eres un chico de ciudad, que no sabe nada de agricultura, que toda su vida fue en una oficina y sin trabajo físico arduo: eres toda una comidilla de los campesinos.

El chico no parecía entender eso, así que siguió labrando la tierra. Una joven chica se asomo desde el umbral de la puerta y comenzó a reírse al ver como sufría bullying su amado esposo.

Esa chica, Winry Rockbell, alguna vez había odiado a ese chico. Cuando se conocieron para tener una relación de jefe-empleado, en vez de hacer "clic", hicieron ¡Kaboom! Sin embargo, después de algunos meses y de algunas cuantas pesadillas, su relación fue cambiando y se hicieron más amigos, hasta amarse profundamente.

Y hoy, hace un año, se habían jurado dulce amor eterno.

-¡Ed! Ya está el desayuno.

-¡Al fin!.- El chico, Edward Elric, salió corriendo con dirección a su casa. Cuando llegó hasta ella, la tomó de la cintura, la cargo y la beso con pasión.- te veías cansada en la mañana, así que no te quise despertar, gracias por estar conmigo durante un largo año y nos faltan muchos más.

Del bolsillo de su pantalón, saco una pequeña cajita de madera y se la entrego. Ella emocionada la abrió y se sorprendió al encontrar una hermosa concha de mar.

-Ed, es bellísima

-Me alegra que te guste.- sonrió y sus ojos parecían brillar.- algún día te llevaré al mar y estarás encantada ahí.

-¿En...?.- Winry sintió un repentino mareo y estuvo a punto de caerse, si no hubiera sido por Edward, ella habria terminado en el suelo.

-¡Winry!

-Estoy bien, solo es un mareo de que no he dormido bien.

-Te dije que no trabajarás hasta tan tarde porque te sentirías mal (Nota de la autora: lastima que no tengo a alguien que me diga así ::::c )

-Era necesario, si no, nunca podría haber terminado ese encargo. Además, no se que me pasa últimamente que me he vuelto más perezosa.

-¿Segura que estas bien? Te he visto muy pálida últimamente.

-Sí.- ella sonrió para intentar aparentar que todo estaba bien, pero cuando sonrió sintió que su estómago quería sacar lo poco que había logrado comer. Haciendo a un lado a Edward de un empujón, salió corriendo al baño.

-¡Winry!.- él corrió detrás de ella y se inclino junto a ella para sobar su espalda.- Te llevaré con un doctor, no me gusta esto.

-Es necesario que la llevemos a ver a un médico para confirmar lo que pienso.- dijo Pinako con voz seria, ambos voltearon a verla con confusión.- no se preocupen, no es grave.

Polos Opuestos II: El Fuhrer y el Alquimista (FINALIZADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora