Polos Opuestos II: El Fuhrer y el Alquimista (FINALIZADA)

Capítulo 12: Darte Mi Vida.

¡Hola!
Bienvenidas al último capítulo de esta historia, ¡Espero que les guste!
Nos vemos más abajo.
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-Los humanos no somos ajenos a la guerra, llevamos peleado desde tiempos inmemorables. Sin embargo, nuestro país a probado la paz durante muchos años así que ya no recordamos el dolor que puede causar una guerra. A pesar de que intentamos limitar las bajas en ambos lados, no pudimos evitar que murieran nuestros hermanos. Todos ellos cayeron con honor, sabiendo que su sacrificio sería el cimiento para forjar una sociedad libre y soberana. Ahora, sólo nos queda esperar con ansias la llegada de nuestros hijos, hijas, esposos, esposas, hermanas o hermanos.- sonó la campana para marcar la llegada del tren militar, que traía a los soldados que habían luchado en la guerra.- ahora les pido, que llenen de amor a sus familiares, les deseo lo mejor y todas las bendiciones del mundo.

Todos corrieron dirigiéndose al anden.

-Buen discurso señor.- le felicito Sheska.

-A veces es bueno hablar con el pueblo para que sientan que estamos involucrados con ellos.

-¿No va a esperar a sus hijos?

-Ya los veré en la oficina, tenemos otros asuntos pendientes. Vamos sube al auto.- le abrió la puerta y le ayudo a subir.

-

Ahora que termino la guerra, supongo que tenemos que regresar a Xing, ¿verdad hermano?.- le dijo Mei Chang a su hermano Ling, mientras bajaba del tren.

-Sip, ya cumplimos la parte del trato así que nos toca regresar.

-Uhmmm...

-¿Te gustaría verlo de nuevo? Se te nota en la cara.

-Si...

-Parece que él también quiere verte.- su hermano le hizo seña para que volteara a ver a Alphonse, que estaba agitando su mano para llamar su atención.

-¡Mei-chan! ¡Mei-chan!

-¡Alphonse-sama!.- ambos corrieron para cuando estuvieron cerca, Mei brinco a los brazos abiertos de Alphonse.

-¿Como estas? ¡Te extrañe demasiado!

-Bien, yo también lo extrañe.

-Ehmm.- se sonrojo levemente.- ¿me preguntaría si te gustaría tener una cita conmigo?

-¡Si! Todas las que sean necesarias.- le contesto con una gran sonrisa.

-Todas las que quieran antes de irnos.

-¿Eh? ¿Cuando se irán?

-Pues, aun tengo que ocuparme de algunos de mis deberes, así que supongo que mañana
Mei como princesa tiene muchas cosas que hacer.

-Oh, cierto.

-Mei, yo... Yo...

-¿Eh?

-Ehmm...

-Vaya al parecer alguien necesita ayuda.-dijo Ling, poniéndose atrás de Alphonse y trato de imitar su voz.- ¡Yo no quiero que te vayas!

-¿Es eso, Alphonse-sama?

-Ya, eso respondelo tu solo. Solo agita la cabeza.- Alphonse asintió con la cabeza como si estuviera apunto de quebrarse el cuello.- cielos, puede meterse a una base militar repleta de enemigos como si nada, pero no puede declararse a la chica que le gusta.