Polos Opuestos II: El Fuhrer y el Alquimista (FINALIZADA)

Capítulo 9: La Ley Del Más Fuerte.

Sandra estaba silbando alegremente mientras ataba a Winry, pero esta última no podía apartarle la mirada.

-Tu mirada definitivamente es la de una asesina a sangre fría, lamentablemente no naciste con las agallas necesarias para matar.

-Yo no soy como tú.

-No, definitivamente no.

-¿Que es lo que desean de Edward?.- pregunto entre dientes.

-Oh, realmente nada, solamente estamos cumpliendo con un trabajo. De hecho, yo lo prefería como el futuro Fuhrer, aunque Alphonse no me parece tan mala opción. Sin embargo, ese pobre chico tiene muy mala popularidad entre los nuestros. Como has nacido en una especie de burbuja no conoces lo que hay más allá de la luz. Tal y como pasa en la naturaleza, todos obedecemos al más fuerte y con mayor liderazgo, ¿Porque crees que solamente el hermano de Hohenheim pensaba en matarlo? Habían muy pocas personas que estaban de acuerdo con él.

-Porque él...

-Exactamente, era poderoso y emanaba una gran autoridad. Edward prometía ser lo mismo que él, pero... Llegaste tu y todo se fue a la mierda y Alphonse, no tiene lo necesario.

-Entonces, si querías que Edward fuera el Fuhrer...

-Tu, estas en medio, así que a la que deberíamos de matar es a ti. Pero, el señor prefiere quedarse con el puesto para él.

-¿Y él si tiene lo necesario?

-Oh si, liderazgo, habilidad de combate entre muchas otras cosas, sobretodo su alquimia, es temible. Si te toca te hace explotar. Para que una asesina a sangre fría como yo te diga eso, debes de entender el miedo que te provoca.

-... ¿Y quien es?

-Bien, el trabajo está completado, solo falta que Claire traiga a Edward Elric.- interrumpió Dom, mientras se estiraba un poco.- Aunque seguramente lo matará en el camino, le dije que así lo hiciera.

-¡¡!!

-Supongo que eso es lo más lógico, pero, no hay que matar a nadie mientras tanto, puede que no pueda matarlo.

-¿Porque lo dices?

-Uhmm, instinto.- guiño el ojo.

Mientras tanto, el tren daba pequeños brincos de vez en cuando. Edward daba cabezasos de cansancio con cada movimiento, no había dormido nada.

-Deberías descansar Edward.- le dijo Claire con la voz más tierna que pudo.

-No puedo. Estoy muy preocupado por mi esposa.

-... ¿La amas?

-Si, demasiado.

-¿Cree que podrías enamorarte de otra persona?

-Espera, ¿Qué?

-Tengo la tarea de matarte pero no pienso hacerlo, porque te amo.- se acercó lentamente, con la vista en los labios de Edward.

-¿QUEEEEEEEEEEEEEEE? ¡Espera!.- le dio un pequeño empujón para alejarla.

-¿Acaso no tengo lo suficiente para que te enamores de mí?

-No es eso. Hay algo que quiero que me aclares antes, ¿Qué tienes la tarea de matarme? ¿Qué significa eso?

Claire se soltó a llorar.

Pero que... ¡Esta chica esta loca! Acaso pensó que iba a ignorar la parte de: "matar".

-Mi familia se dedica a matar personas. Sin embargo, hasta el momento, nunca había sentido tal atracción hacia alguien.