Capítulo 4: Independiente.

297 17 41
                                    

-Este fue el día más hermoso de mi vida, gracias por regalarme este recuerdo tan valioso Alphonse-sama.- la joven chica, Mei, no podía apartar la mirada de Alphonse. Ambos iban caminando por los amplios jardines del palacio real de Xing, iban acompañados de la luna y a sus pies pasaban pequeñas luciérnagas, como si quisieran enseñarles el camino.

-Para mí también, fue maravilloso pasar un buen tiempo en paz.- Alphonse le devolvió la sonrisa. Este maravilloso momento fue gracias a que Ling, el hermano mayor de Mei, se dio cuenta que no encajaba en esa atmósfera y decidió dejarlos solos. Ella comenzó a bostezar contra su voluntad, estaba cansada, pero quería seguir conociendo al chico delante de ella.- ya es muy tarde, ¿Quieres que te acompañe a tu cuarto?

-Muchas gracias.- le contesto.

Caminaron hasta la habitación de ella. Alphonse espero a que entrará, pero la chica se detuvo en la puerta y se giro hacia él.

-Gracias de nuevo.- sin darle oportunidad de responder, Mei le dio un beso en la mejilla, muy cerca de la boca, tan cerca, que si se hubiera movido unos centímetros sus labios se hubieran encontrado.

Alphonse parpadeo un par de veces intentando digerir lo que había sucedido. Satisfecha con la reacción, Mei entró a su cuarto.

-A-adiós.- tartamudeo y pudo escuchar una pequeña risita por parte de ella.

Caminando como si estuviera volando, Alphonse llegó hasta la habitación que compartía con su padre.

-Bienvenido hijo.- noto que su hijo estaba en las nubes, eso lo hizo muy feliz.- no hace falta que te pregunte como te fue...

-Ella es espectacular.

-Me alegra eso hijo.- le dio unas palmaditas en la cabeza.- lamento decirte que tendremos e regresar a casa, Amestris nos necesita.

Alphonse sacudió la cabeza para intentar aclararla.

-Sí padre.- se puso serio.- por cierto, ¿a que arreglos llegaste con el rey?

-A unos muy buenos. Tenemos su apoyo comercial, armamentístico y militar. Nos prestara a sus mejores soldados. Entre ellos los más interesantes son un clan completo, Ling y Mei.

-¿Ling y... ¡¡Mei!!?.- no pudo evitar alterarse.

-Ling es uno de los más fuertes y hábiles ninja que tiene. Y Mei es la mejor usando retanjutsu, lo puede manejar para curar o para atacar. Es muy valioso tener a ambos de nuestro lado.

-No... No estoy de acuerdo que Mei ponga un pie en el campo de batalla.

-Alphonse, es decisión de ella. Si nos quiere ayudar, tu solo la tienes que proteger. Si ambos se cuidan las espaldas, no habrá ningún soldado que pueda vencerlos.

-...

-Por cierto, Edward se entero sobre lo que está pasando y está molesto. También contamos con su apoyo para esto.- evito decirle acerca del golpe de estado, Hohenheim era demasiado viejo como para no saber quien está en contra de él y de su familia, él sabía quiénes eran y podría acabar con ellos fácilmente.- ahora hijo, duerme, mañana será un largo día de regreso a casa.

En la mañana siguiente, Alphonse se paro con los primeros rayos de sol que pasaron por su ventana. Con cuidado de no despertar a su padre, salió de la habitación con ropa para entrenar. Después de un poco de calentamiento, lanzó unos cuantos golpes al aire con una velocidad increíble.

-Vaya no pensé que tu fuerte eran las artes marciales.

-¡WAAH!.- Al dio un gran brinco.

-¡Lo siento! ¡Lo siento! No pensé que te asustaría. Enserió disculpame.- se sonrojó Mei al ver el gesto de Al, intento ahogar la risa que estuvo a punto de salir de sus labios.

Polos Opuestos II: El Fuhrer y el Alquimista (FINALIZADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora