Klebekah 01 - Parte 01

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 Rebekah estaba paseándose por la antigua casa que compartió con sus hermanos hacía tantos años, en Nueva Orleans. Había decidido ir hasta allí porque desde hacía dos días no tenía noticias de Elijah y eso no le daba una buena impresión, sabía que si Elijah y Klaus habían discutido, el mayor probablemente ya tendría una daga clavada y eso la inquietaba sobremanera.

- ¡Niklaus! Sal de donde quiera que estés, maldito bastardo - gritó la rubia puesto que al no encontrar a nadie allí cada vez temía más que sus sospechas eran ciertas.

Cuando ya estaba apunto de cometer una locura y quemar la casa hasta los cimientos para hacer salir a su rubio hermano una chica morena empezó a bajar las escaleras y la miró con desgana.

- Oh, el servicio, ya era hora - dijo la rubia con desdén - Mis maletas están en el coche - la miró esperando que se moviera.

La morena por su parte no se movió de donde estaba.

- No soy del servicio - dijo simplemente.

- ¿Entonces quién eres y qué haces aquí? - preguntó antes de saltar y morderla, Rebekah había aprendido por las malas que siempre hay que estar alerta.

- Soy la... - empezó la morena pero se paró y suspiró - Supongo que algo así como una "compañera" de Klaus - dijo.

- ¿Una compañera? - preguntó la rubia sin comprender puesto que Elijah no le había contado mucho cuando le pidió que fuera a verlos.

Justo cuando la morena iba a contestar apareció Klaus por la puerta principal con unas bolsas en las manos y al ver a la rubia se la cayeron al suelo dejando que sonara la compra al dar contra el suelo.

- Bex... - susurró sin creerse que estuviera delante de él mismo, e intento acercarse puesto que su cuerpo y su corazón le pedían que se acercara a ella, pero se contuvo.

- Nick... - susurró la rubia ruborizándose, y odiándose por ello, puesto que los sentimientos que sentía hacia él no eran en absoluto fraternales. Nunca lo fueron y menos aún con el paso de los años.

- ¿Qué haces aquí, Bex? - preguntó el hombre cuando se recuperó de la impresión de verla ya que desde la última vez en Mystic Falls pensó que jamás volvería a tenerla frente a él.

- Elijah... - dijo solamente el nombre de su hermano mayor - Me pidió que viniera, pero no me dio detalles y... - suspiró - No quiero molestar, solo quiero ver a Elijah - dijo la rubia excusándose.

Klaus negó con la cabeza nervioso porque no quería que se fuera.

- Podríamos hablar de ello tranquilamente y solos - dijo ya que la morena seguía al pie de la escalera mirando la situación tan tensa y extraña entre los hermanos.

Rebekah volvió a la realidad y recordó a la chica.

- Cierto, mi primera pregunta es, ¿cómo que esta chica es tu "compañera"? ¿A qué se refiere? - preguntó inocente.

- Pues.... pues... - empezó Klaus a titubear, cosa que no hacía jamás y eso sorprendió a ambas mujeres.

- Soy la madre de su bebé, aunque aún no ha nacido - dijo la morena tocándose la tripa y eso fue como un balde de agua fría para la rubia, que sin darse cuenta apretó los puños con ira y tristeza.

- ¿Vas a tener un bebé? - susurró sorprendida y dolida ya que ese siempre había sido el sueño truncado de la pobre chica - Me alegro, Nick - mintió ya que le dolía que fuera a tener un hijo con otra mujer que no fuera ella, aunque fuera imposible por su condición de vampiro - Si me disculpáis debo buscar a mi hermano Elijah - dijo yendo hacia la puerta de salida de la casa, saliendo de allí sin despedirse de la chica.

Caminó rápidamente hacia su coche cuando sintió que alguien la agarraba por atrás, unos brazos rodeando su cuerpo impidiendo que ella se moviera, y sabía muy bien de quién eran esos brazos, de la persona que siempre la había abrazado desde que tenía memoria. Niklaus.

- Bex, por favor, espera - pidió él con tono nervioso - Puedo explicártelo - dijo ya que Klaus también sentía lo mismo que ella, y ambos conocían lo que sentían mutuamente, o al menos eso pensaba Rebekah.

- Suéltame Klaus - dijo ella sin llamarlo por su apodo como siempre hacía.

- Bex, cielo, no me hagas esto - susurró en su oído - No me prives de llamarme como me gusta que lo hagas - rogó pero ella intentó zafarse de él, aunque sin mucho esfuerzo por su parte.

- Suéltame, Klaus - gritó ella empezando a enfadarse y Klaus decidió darle la vuelta para quedar cara a cara.

- Mírame a los ojos y déjame que te explique - pidió mirándola intensamente.

- No hay nada que explicar, vas a ser padre con esa chica y me alegro por ti - dijo - Yo jamás podría haberte dado un hijo así que... disfrútalo - dijo seria y logró soltarse de él - Adiós Klaus, voy a seguir buscando a Elijah.

Se subió al coche y antes de que pudiera arrancar Klaus habló.

- Elijah está dormido - dijo y la rubia lo miró - Y lo tiene Marcel.

Rebekah estalló en cólera y empezó a gritar.

- ¿Qué has dicho? - gritó frustrada por todo y porque hasta que no lo encontrara no podría irse de este pueblo y no podría alejarse de Klaus y su nueva chica.

- Sucedió un imprevisto y la única manera que tenía para que Marcel confiara en mí, era dándole algo de poder sobre mí mismo - suspiró - No sabe nada de Hayley y el bebé y Elijah tampoco quería que Marcel pudiera hacerle algo, piensa que esta chica y ese bebé pueden redimirme y....

Rebekah escuchaba todo y al saber que para Elijah era una oportunidad de que Klaus fuera mejor persona dejo escapar unas lágrimas sin darse ni cuenta.

- Entonces me quedaré hasta encontrar a Elijah y traerlo sano y salvo - dijo sin más - Iré a buscar pistas de como encontrarlo - arrancó el coche y salió de allí llorando como una niña pequeña sin saber que hacer para soportar ver a su hermano feliz con una chica que no era ella y un pequeño bebé dentro de no mucho tiempo.

The Originals and The Vampire DiariesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora