The Originals and The Vampire Diaries

Rebekah y Jackson 01 - Parte 01

Rebekah había vuelto a Nueva Orleans para asegurarse de que Elijah se encontraba bien. Tras hacerse cargo de ello y recuperar a su hermano, la rubia se hizo íntima amiga de Hayley, la loba a la que Niklaus había dejado embarazada. Tanto era así que mientras Elijah y Klaus estaban en una "misión" como ellos lo llamaron Rebekah decidió ayudar a Hayley con la fiesta que estaba organizando para los lobos del pantano que esa noche podrían transformarse en humanos.

Ayudó a la morena a acondicionar la casa de la plantación, contrató a un catering y compró varios barriles de cerveza y botellas de alcohol para que disfrutarán de la fiesta, aunque para ella los barriles fueran de lo más chabacano y de mal gusto.

Tras todos los preparativos y haber ido a comprar ropa para los lobos, se sentaron un rato a la puesta de sol mientras esperaban que fuera casi la hora para colgar la ropa en los tendederos y darles algo de intimidad. Estuvieron hablando y criticando a Klaus solo por diversión, solo cuando vieron que varios lobos se acercaban a la casa se dieron cuenta de que ya casi había salido la Luna, así que colgaron rápidamente la ropa y fueron adentro a esperar a que se pudieran convertir y poner ropa.

Tras media hora se empezaron a escuchar voces fuera de la casa y ambas sonrieron. Hayley obviamente porque era parte de su manada y Rebekah por ver feliz de verdad a la morena desde que la había conocido.

Rebekah, decidió darles un poco de privacidad a los lobos y Hayley y se quedó en la cocina removiendo una olla del catering que había contratado. Cuando se estaba sirviendo una copa escucho voces en la sala donde estaba el piano y con curiosidad se acercó. Cuando estuvo en la puerta escucho la voz de Hayley y un chico y al notar el corazón de la morena muy agitado decidió intervenir porque no sabía si estaba intentando hacerle daño.

-Ey Hayls - dijo entrando en el salón - Necesito tu ayuda un momento - le sonrió falsamente al chico moreno que estaba con ella.

-Jackson, esta es Rebekah, la tía de mi bebé - le dijo de manera amable aunque seguía nerviosa.

-Un vampiro - dijo con asco en el tono de voz a lo que Rebekah frunció el ceño.

-Si, y un original - dijo mostrándole los colmillos; Hayley que no quería que pelearan puso su mano sobre el brazo de Rebekah.

-Basta Bex - le dijo y esta asintió volviendo a su estado normal. Pero Jackson siguió arremetiendo.

-Oh, perfecto, la familia de tu bebé son más monstruos de lo que creía - dijo para hacerle daño y la rubia miró a Hayley.

-Hayls, me voy antes de cometer un asesinato, además no quiero arruinarte la fiesta - le dijo - Estaré arriba si me necesitas.

Jackson miró a la rubia como se marchaba y cuando esta se fue, Hayley lo regañó porque había sido un borde y un maleducado con ella, así que le pidió que fuera a pedirle disculpas cuando hubiera pasado un rato y el cabreo de la rubia hubiera disminuido un poco.

Rebekah, que se metió en la que era su habitación decidió darse un baño ya que al menos así se le pasaría la mala leche que le había hecho tener el moreno, se desvistió y se metió en la bañera.

Cuando terminó se envolvió en la toalla y al salir a su habitación se topó con que el chico de antes estaba sentado en su cama esperándola, pero aún así había dado un grito por la sorpresa.

-Tranquila, solo soy yo - le dijo el moreno y la rubia lo miró con recelo cogiendo la toalla con más fuerza de la necesaria.

- ¿Se puede saber qué haces aquí? - dijo malhumorada ya que no lo esperaba y casi la había pillado desnuda.

El chico la miró de arriba abajo.

- He venido a disculparme - le sonrió - Siento como te he tratado antes, pero mi manada está así por culpa de Marcel y por eso no soy amigo de los vampiros - explicó - Pero tú no tienes nada que ver con él y con lo que hizo así que... discúlpame.

Rebekah lo escuchó atenta y asintió lentamente.

- Bueno, en lo primero te equivocas - dijo - Si tengo que ver con él porque mi hermano Klaus lo adoptó cuando era un niño y lo crió, y cuando creció tuvimos un romance - le contó - Pero con lo segundo tienes toda la razón, no tengo nada que ver, porque llevo más de 100 años pensando que estaba muerto.

Ahora fue el turno de Jackson de escuchar atentamente y le sonrió un poco.

- Bueno, ahora que me has perdonado - dijo riendo - ¿Qué te parece si vamos a bailar un poco? No es justo que por mi culpa no disfrutes de la fiesta - la rubia sonrió un poco ya que le encantaban las fiestas.

- Bueno, eso estaría bien - dijo en un tono más coqueto y el moreno le sonrió.

- Por cierto - la miró mientras sujetaba la puerta de salida abierta con una mano - Ponte el vestido de margaritas - sonrió dándole a entender que había hurgado en su armario - Seguro que te queda precioso - rió mientras se marchaba al ver la cara sonrojada de la rubia.