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Como quien dice, el sueño de la familia perfecta habia resultado para Singto gracias a su padre quien siempre tuvo mano dura con él, obligandolo a casarse con la mujer que fué su amiga durante la niñez y la adolescencia;Nam.

Ambos, con sus 33 años de edad llevan ya 15 años de matrimonio. Con sus dos hijos, Ann de 10 y Jay de 8, viven en un departamento ya hace 10 años. Los 5 años anteriores los pasaron bajo el techo de los padres de Singto y sus extrictos reglamentos.
Cuando por fin pudieron comprar su propio departamento salieron practicamente corriendo de allí.

Sus vidas eran sencillas, sin lujos extravagantes pero no les faltaba nada. Ambos tenian trabajos, ella es maestra de primaria en la escuela de sus hijos y él trabaja en el area de producción en una empresa muy reconocida que se dedica a fabricar y distribuir electrodomesticos.

Ann, la pequeña princesa de papá, es una niña realmente dulce. No causa problemas pero si se ofende enseguida. Heredó el caracter de su madre.
Adora la danza y el maquillaje. En su cuarto tiene cientos de paletas de colores y mas con las que deja a su padre como Drag queen.

El pequeño Jay es mas introvertido, no trae problemas pero tampoco es de socializar demasiado, ni con sus padres. Es por ello que en su corta vida ha sufrido de bulling en la escuela.
La llegada de Kia a la familia lo ayudo a cambiar un poco.
Aprendió a reir mas a menudo, a jugar debes en cuando como cualquier niño de su edad y a querer defenderse. 

Kia, su mascota, un integrante mas de la familia, era una perra callejera que recogieron de cachorro hace tres años atras, gracias a Ann que lloraba desconsoladamente por ella. La condición principal para llevarla a casa era que Ann se hiciera cargo de atenderla, lo que duró solo una semana.
Singto fué quien se encargó de Kia, por ende, es a quien sigué mas que a nadie.
Lo defiende de cualquier peligro sin importar que tan malo sea y lo sigue hasta la luna si ese fuese su destino. Ella es muy fiel a su amo.

Su esposa es amorosa y dedicada a la familia sin dejar de ocuparse de si misma. Ademas de trabajar acude al gimnasio y a cursos de perfeccionamiento docente. No dejó nunca de lado a sus amistades ya que Singto jamas se lo permitió. Es por ello que una vez a la semana sale con sus amigas para ponerse al dia.
Se ocupa de las actividades extracurriculares de sus hijos y del colegio. Lleva a Ann a danzas y a Jay a Karate. Y tambien hace las tareas con ellos.

De las tareas del hogar se ocupan ambos. No tienen ningun tipo de problema con eso ya que sus hijos son muy ordenados y tambien ayudan.
En la cocina, Singto se las ingenia bastante pero es Nam quien lo hace mejor.

Singto se dedica a trabajar y a que nada le falte a su familia.
A veces toma turnos dobles para darles algun que otro gustito a sus hijos. Y, aveces, a su esposa.
Si bien Nam es una persona dulce y amable sabe perfectamente que no tiene el corazón de Singto.
Él quiere mucho a Nam, la adora. Como no lo haria si es quien le dió sus dos bellos hijos. Pero ellos saben que no hicieron "click".
Se quieren, se respetan, pero no se aman como una pareja de enamorados.
Fueron obligados a casarse por sus padres autoritarios y formaron una familia para poder liberarse de ellos. Ésto no quiere decir que no amen a sus hijos, al contrario, sus hijos son los que los mantienen juntos ya que no podrian verlos sufrir al tener padres separados.
Es por ello que decidieron luchar como familia y ser felices.

Sin embargo, Singto lleva fingiendo un tiempo bastante largo. Su sonrisa no aparece sino hasta que ve a sus hijos jugar feliz en casa. Pero lejos de esta escena, vuelve su tristeza interna.
No sabe porque o como sucedió pero siente que ya no puede continuar fingiendo.
Él quiere mucho a Nam. Ella fué su amiga desde la niñez, siempre contó con ella para todo. Pudo hablar con ella de todo. Pero, desde hace un tiempo siente una gran distancia que los separa.
No sabe que cambió,pero algo no es igual. No la culpa a ella para nada, y tampoco se siente culpable porque ambos saben que nunca se amaron pero, sin embargo, algo es muy diferente que lo hace querer terminar la farsa.
Sus hijos ya tienen la capacidad necesaria para entender que sus padres estarian mejor haciendo sus vidas apartados el uno del otro. Ese fué su pensamiento principal, pero al instante en que su hija lo ve con esos ojos de enamorada lo convencen de que no es una buena idea aflojar. Aún no.

Su rutina diaria implica salir de casa demasiado temprano, como a las 5 am y volver a casa alrededor de las 6 pm. El trabajo consume toda su energia pero cuando se trata de sus hijos saca fuerzas de donde no hay para estar con ellos y jugar. Es lo unico que dibuja una sonrisa genuina en su rostro.
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El reloj marcaba las 18:30 hs. El sonido del elevador lo trajo nuevamente a la realidad. Un nuevo día que en su mente circula la idea de acabar con esto.
Sale del ascensor dispuesto a llegar a su puerta buscando fuerzas en su interior para sonreir cuando de repente choca con una gran caja frente a él haciendolo retroceder varios pasos y caer al suelo.
Instantaneamente, la persona que sostenia dicha caja la suelta y corré a ver como esta Singto.

-- estas bien?-- le dijo el joven arrodillado frente a él.
Singto lo observó con detenimiento. Jamas habia mirado tanto tiempo a un muchacho. Ni a una muchacha, ni a nadie a decir verdad.
Las facciones del joven llamaban poderosamente su atencion.
Su delicada piel blanca muy similar a la porcelana, sus grandes ojos color marrones que lo miraban con preocupacion, su perfecta nariz, sus mejillas apenas teñidas de un suave rosa, sus labios;sus gruesos labios ros ados fueron los que mas tiempo se llevaron.
Continuó observandolos hasta que éstos se estiraron en una brillante sonrisa dejando ver sus perfectos dientes, fué entonces cuando volvió en si.

--lo siento, no te ví-- dijo levantandose del suelo donde habia estado hasta ahora.

--fué mi culpa. Lo lamento.-- le contestó el amable joven aún sonriendo.

Singto no podia quitarle los ojos de encima a sus labios pero cuando éste se paro le echó una mirada a todo su cuerpo.
No entendia como es que un joven pudiera llamar así su atención.

--nunca te ví por aquí. Eres nuevo?-- pregunto.

--si, me estoy mudando justo ahora. Mi nombre es Krist, es un placer.-- contestó sin dejar de sonreir cautivandolo en cada palabra.

-- necesitas ayuda? -- continuó despues de notar que Krist se incomodó un poco ante su mirada.

-- si no es mucha molestia, me gustaria ayuda con estas cajas-- respondió con la mirada en las cajas.

Singto no sabia que era lo que el joven frente a él tenia pero no podia dejar de mirarlo, asi que buscó la solucion mas rápida posible que le ofreció su cerebro, levantó una de las cajas y la colocó obstruyendo la vision hacia Krist.
Pudo escuchar como éste último soltó una suave risa y lo guió hasta su departamento.

Estando ya dentro del departamento, Singto buscó un lugar para poder depositar la caja pero Krist se adelantó para tomarla y accidentalmente tomó sus manos.
Singto sintió una corriente electrica recorrer desde la punta de sus pies hasta su cabeza en el momento en que Krist tocó su piel.
Ambos quedaron mirandose como si hubiesen cometido un pecado.

Singto no queria dejar de verlo,Krist tenia algo en los ojos que le resulta hechizante. Lo atrapa.
Pero el hechizo se rompió cuando otra persona entró a la habitación y, aparentemente,no le gustó lo que vió.

-- Krist!!--

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VECINOS INFIELESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora