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Dos días habian pasado desde que Singto durmió en el piso de la sala por estar pendiente de los vecinos.
Dos días desde que no lo volvió a ver. Dos días que se comia las uñas pensando si estaria bien.

Estando la familia reunida en la mesa del comedor desayunado entre risas y charlas, Singto estaba perdido en sus pensamientos Su mente estaba sumergida en Krist.
Desde que lo conoció no pudo quitarselo de la mente. Los rasgos del joven se le venian a la cabeza en cada momento. El susurro de esa noche que logró provocar que su suelo girara y las cosquillas que sintió estan tan arraigados que los volvia a sentir de solo recordarlo.
No podia olvidar.
Mucho menos los gritos de auxilio del joven.
Se llegó a preguntar si sea lo que fuese que haya ocurrido en el departamento esa noche ocurria con frecuencia como para que Krist le tuviera miedo.

-- no es así Singto?-- preguntó Nam mientras que lo miraba con detenimiento masticando su tostada.

-- eh..qq..que?-- Singto respondió totalmente perdido. No sabia de que estaban hablando y mucho menos lo que le estaban preguntando.

-- Ann quiere que la lleves a danzas hoy ya que tienes el día libre-- comunicó Nam sin una pizca de enojo por no prestar atención a la charla familiar.

-- si si por supuesto que sí--

Su niña saltó de alegria ya que por horarios de trabajo Singto casi nunca podia llevarla a danzas. Ni al parque, ni a tomar helados. Y era todo lo que tenia en mente la pequeña niña de papá.

Ann corrió a su habitación para preparar todo lo necesario mientras que su hermanito ayudaba a recoger las tazas de la leche que, de la emocion, su hermana dejó a medio tomar.

Ya solos en la mesa, Nam cuestionó.

--estas bien? Te ves distraído...--

-- si..si..estoy bien. Es solo cansancio.--

-- ya que es tu día libre puedes relajarte con los niños... te parece?--

-- si si, esta bien. Tu que haras?--

-- tengo un curso hoy y luego las chicas quieren juntarse a charlar--

-- ah ok. Yo me ocupo de los niños. Diviertete.--

-- gracias, tu tambien.--

__________

Singto salió de su departamento con varios bolsos destinados a llevar los juguetes de los niños.
Ann corrió junto a su hermano a apretar los botones del ascensor para que su papá no tuviera que esperar.
Cuando los tres subieron y las puertas estaban por cerrarse, una mano lo impidió volviendose éstas a abrirse.
Singto abrió sus ojos en sorpresa al notar que quien subia con ellos era Krist y un pequeño niño, aparentemente, de la edad de Jay.

--Buenos dias-- Krist saludó cortesmente a todos los integrantes del ascensor.

-- Buenos dias P' -- Dijeron al unisono los hermanos.

Sin embargo, Singto no podia articular palabra. Quedó perplejo por ver a Krist, despues de varios dias,en perfectas condiciones y con esa sonrisa tan caracteristica de él. Si bien una parte de él agradecia internamente que esté en perfectas condiciones, la otra lo carcomia de curiosidad por saber que fué lo que lo llevo a gritar por auxilio.

--ee..es..tas...bien?-- preguntó Singto totalmente nervioso.

-- perdón?-- un confundido Krist habló.

-- digo...que tal el día..todo bien? Estas bien?-- Singto se golpeaba mentalmente por no preguntar correctamente, como un hombre adulto que era, lo que queria realmente saber. Aunque eso delataria que fué él quien golpeó a su puerta.

VECINOS INFIELESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora