~La verdadera leyenda~

~PARTE 1: sueños~

[Catra's POV]

Aire.

Necesitaba aire.

Notaba como mis pulmones comenzaban a estrecharse cada vez más, como si intentaran buscar hasta la última gota de oxígeno acumulado en ellos.

Suelto un grito de desesperación y me doy cuenta de que era un sueño, una pesadilla. Estoy en la celda con las manos atadas. Así que aquí he acabado ¿eh? Después de pelear tanto contra todos, intentando demostrar mi fortaleza e independencia, aquí es donde termino. Casi como si los dos pasos que he dado desde que se fue Adora acabasen de anularse, y de repente he retrocedido diez.

Scorpia: ¡Catra, al fin te encuentro! Te voy a sacar de aquí- la miro seria, sin entender aún qué es lo que quiere de mí, qué es lo que quiere de todo esto- Hordak va a castigarte en público, tenemos que escapar.

Catra: ¿Por qué?- pregunto haciendo caso omiso a todo lo que dice- ¿Por qué me ayudas después de todo? Cada cosa que hago sale mal, en cada oportunidad en la que he intentando mostrar lo capaz que soy, fallo. Da igual lo que haga, nadie me acepta, nadie ve lo que he ganado...

Scorpia: ¡Eso no es verdad! Yo sé lo mucho que te esfuerzas en todo, es imposible no notar lo buena líder que eres- vuelvo a mirarla sin expresión alguna- ¡Y por supuesto que te acepto! Eres mi amiga.

Catra: Así empezó todo, por una amistad....- suspiro recordando a la rubia que me abandonó meses atrás- Vete.

Scorpia: Pero...

Catra: ¡Vete!

La princesa me hace caso al fin y sale de la prisión cabizbaja.

Todo empezó por sentimientos. Si no me hubiera hecho tan amiga de Adora no me habría dolido cuando desertó. No me habría dolido tanto que hubiera preferido a dos chavales de 8 años que acababa de conocer antes que a mí. No me habría dolido que se hiciera la ciega, metida en su inocente mentira de que la Horda era buena, que no me hacían daño, que no me manipulaban, pegaban e insultaban cada vez que ella giraba la cabeza.

Pero como no, eso no es posible, y aunque sabía que poco a poco estaba creando una bola de la cual no me iba a poder deshacer, decidí continuar con ella. No hubo marcha atrás una vez vi quién era She-ra, no después de intentar matar a mi ex mejor amiga, no después de arañarle la espalda y dejarle cicatrices de por vida.

Sabía que cada vez me era más imposible salir de este lío, pero si había elegido ser de los malos, tendría que hacerlo bien ya que estaba ¿no?

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[Adora's POV]

No sé como, pero consigo notar la presencia de alguien a pesar de estar dormida.

Me incorporo rápido y corro hacia mi espada, con el cerebro medio atontado pero lista para pelear.

Shadow Weaver: Hola, Adora- le apunto con la espada con expresión de miedo ¿Qué hacia aquí? Le tenía un odio irracional, y encima se iba multiplicando con el tiempo.

Adora: ¿Qué quieres?

Shadow Weaver: Hablar contigo.

Adora: ¿Cómo has pasado a los guardias?- la risa de la bruja es respuesta suficiente para mí- ¡Glimmer, Bow! ¡EMERGENCIA!- grito sus nombres y al segundo aparecen. La princesa se teletransporta y apunta a mi mentora, mientras que por la puerta aparece Bow con los ojos entrecerrados de sueño y el arco en la mano, moviéndolo agitadamente sin saber bien a qué debe disparar.

Glimmer: ¿Quién eres?- pregunta con el ceño fruncido al verla.

Adora: Es Shadow Weaver.

Horas después