Amber se cansó de pelear con Alex e intentar que él le contara sus cosas, prefirió callarse y seguir con su matrimonio adelante, todo era monótono, todos los días era lo mismo. Cuando Alex llegaba temprano, salían a comer y al llegar hacían el amor, Amber lo notaba extraño pero no quiso preguntar, pues sabía que no recibiría respuesta, Alex lo hacía porque sentía culpa, pero tampoco quería dejar su aventura con Milly.
Un par de semanas después, el padre de Amber estuvo de cumpleaños y estuvo todo el día en la casa de sus padres, consintiendo a su padre en su día y olvidándose de lo mal que se había sentido últimamente. Su hermano mayor, Dylan, la llamó hacia un lado y se sentaron en una vieja banca a hablar, como solían hacerlo cuando estaban más jóvenes.
-¿Está todo bien con Alex?
-¿Por qué lo preguntas?
-Porque no te ves bien ni feliz
-Estamos bien, es solo que no me he sentido bien estos días
-¿Y has ido al doctor?
-No, estuve tomando medicamentos y me hicieron bien
-Uhm, haré como que te creo
-¿Alex nunca será de tu agrado cierto?
-Hay algo en él que no me gusta, pero su esposa eres tu, no yo
-Cambiemos de tema
-¿Que quieres saber chismosa?
-¿Como va tu conquista?
-Bastante bien, hemos tenido un par de citas y congeniamos bien
-Me alegro mucho por ti Dylan, espero que todo prospere entre ustedes
-Yo también espero eso.
En poco tiempo la comida estuvo servida, la familia Carson estaba reunida otra vez y desbordaban felicidad y por sobretodo, amor.
Mientras tanto, Alex se encontraba recostado en su cama, viendo como Milly se vestía con una bata de Amber para ir al baño. Una hora después de que Amber se fue, Alex fue por Milly y no habían parado de tener sexo por toda la casa, Alex guardo las fotos de él junto a su esposa para no verlas y sentirse tan mal.
-¿Como me veo?
-Muy bien, pero te ves mejor sin ropa
-Eso lo se, pero necesito un descanso
-Yo también, hablaré con Amber para saber a que hora llega
-Alex, ¿Cuando vas a dejarla? Estoy cansada de escondernos
-Ya te dije que no dejaré a mi esposa por ti, esto es solo diversión
-Pero si ella no te da nada de lo que yo te doy Alex
-Es mi esposa Milly, ya hablamos de esto
-Está bien, mejor no discutamos más y hagamos otras cosas.
Amber estaba tan feliz con su familia, que por un momento se había olvidado por completo de su casa y de Alex, cuando vio sus mensajes preguntando a que hora volvería a casa, volvió a la realidad. Él le había dicho que se quedaría en casa porque tenía trabajo que adelantar para el lunes, no vio problema alguno en ello, así que fue con sus padres sin saber, que la amante de su esposo estaba en su casa, usando su ropa, su perfume, y su cama, creyéndose dueña de todo eso por algunas horas.
Milly no era una blanca paloma, ella sabía que hacer para que Alex dejara a su esposa por ella. Sabía que su madre quería nietos y que Amber no era de su total agrado, así que estaba planeando quedar embarazada de Alex para que se quedara con ella, se divorciaría de Amber y se casara con ella, sabía perfectamente como eran las persona como Sophia y que estaría de acuerdo con su plan, para evitar escándalos en su familia.
Milly se fue después de un par de horas y Alex arregló todo para que no se notara todo lo que había pasado. Amber llegó cansada y con ganas de vomitar, ni si quiera saludó a su esposo, pasó directamente al baño de la planta baja y echó fuera todo lo que había comido con sus padres, Alex tomó su cabello y sobó su espalda, se lavó la boca y Alex la llevó en brazos hasta su cama, le dio un par de gotas para el estómago y se quedó dormida, en los brazos del hombre que amaba pero que también la engañaba.
A mitad de semana, Amber se sintió muy mal, llamó al trabajo y avisó que no iría porque debía ir al doctor, Alex se fue preocupado y no tomó en cuenta a Milly en el trabajo, cosa que a ella le molestó mucho. Amber se cambió de ropa y buscó una cadena de oro que tenía un pequeño corazón y sus iniciales al reverso, Alex se lo había regalado cuando cumplió dieciocho y no la encontraba por ninguna parte, desistió de la búsqueda ya que se le estaba haciendo tarde, tomó las llaves de su auto y se dirigió hacia el hospital.
Al llegar, se registró y esperó un par de minutos hasta que su nombre fue anunciado por los altavoces y pasó a la consulta del doctor. Se saludaron y Amber le contó los síntomas que había tenido en las últimas semanas.
-Bien Amber, te haré un examen de sangre y mientras están los resultados te pido que esperes afuera
-¿Es grave lo que tengo?
-Solo quiero salir de dudas, y un examen de sangre es más efectivo
-Está bien, iré con la enfermera.
Amber fue con una enfermera hacia una sala pequeña y descubrió su brazo para que la pincharan. Después de unos minutos, entró en la consulta del doctor nuevamente.
-Bueno Amber, ya sé a que se deben tus síntomas -hizo una pausa y la miró sonriendo- estás embarazada chica, felicidades
-¿Qué? -estaba atónita ante tal declaración- pero yo me estaba cuidando
-Pues, debiste haber fallado en alguna toma de la pastilla, esto suele pasar.
El doctor le tendió el examen con el resultado positivo y salió de ahí, tenía una mezcla de emociones y sin dudarlo fue directo a la oficina de su esposo. Al llegar, saludó a todos a su paso con una enorme sonrisa y subió hasta el piso donde Alex trabajaba, al salir del ascensor fue directo a su oficina, pero ella se llevo una sorpresa al descubrir a su esposo gimiendo bajo mientras embestía a su secretaría que estaba apoyada en su escritorio, las lágrimas no tardaron en salir y tampoco todas las maldiciones hacia ambos, que al escucharla dejaron lo que hacían, todo estaba al descubierto.
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Promesas Rotas
Cerita PendekAlex era todo lo que Amber había soñado, un chico tranquilo, aplicado, deportista, detallista y siempre preocupado por los demás, todo eso hizo que Amber se enamorara profundamente de él cuando llegó a su colegio, solo era unos chicos de 13 años, pe...