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dedicado a: todos ustedes, por hacer esto posible. gracias.♡

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A Changbin le fue imposible no sentirse sorprendido cuando divisó a Felix en su sala de estar al día siguiente, platicando tranquilamente con su madre sobre quién sabe qué.

"Hey, Changbin", el pecoso esbozó una sonrisa una vez lo vio.

El híbrido asintió a manera de saludo a la par que sus manos viajaban hasta su rostro para ver si tenía puesto su cubrebocas. Se sintió aliviado en cuanto sus dedos reconocieron el familiar material que cubría a su nariz y labios. "Hola, Felix", se dirigió a la cocina y, felizmente par él, su madre lo siguió. "¿A qué hora llegó aquí, mamá?"

"Hace un par de minutos, cariño", respondió la mujer. "Dijo que quería esperarte antes de ir a la escuela juntos, ¿no es dulce?"

Sí, era dulce. Demasiado dulce, de hecho. ¿El pecoso hacía esto porque realmente quería, o porque sentía pena por Changbin? ¿O tal vez sus compañeros de clase le habían dicho que hiciese todo aquello?

Felix no parecía una persona que pudiese hacer eso, pero eso no dejaba de confundir al azabache. ¿Qué ganaba el australiano con esto? ¿Con salir con él?

Aparte del hecho de que era mitad demonio, el más bajo no creía tener muchas más cualidades interesantes, y estaba seguro de que el pecoso pronto se cansaría de él.

"... No puedo comer nada con él aquí", susurró, a lo que su madre frunció el ceño en confusión.

Luego, con lentitud, su expresión se suavizó a medida de que la comprensión la invadía. "Está bien, Changbin. Te daré algo de dinero para que puedas comprar algo en el camino, ¿de acuerdo?"

Changbin asintió, y pronto su madre se perdió tras la puerta de la cocina en busca del efectivo. Al darse cuenta de que ahora se encontraba a solas con el australiano, se dirigió de vuelta a la sala de estar.

El semblante del pecoso se iluminó en cuanto divisó al híbrido frente a él. "¿Ya comiste?"

Lentamente, Seo sacudió su cabeza. "... No. Hoy compraré comida afuera. Mamá... está trayendo el dinero". Por ti. Pero no necesitas saber eso.

"Oh, está bien", Felix asintió, y no pronunció palabra alguna hasta que estuvieron fuera de la casa.

La caminata estaba siendo silenciosa, y a Changbin eso le agradaba; aunque, debía admitir que a veces deseaba que el pecoso hablase con él para que la atmósfera no se sintiese tan vacía.

Después de que el híbrido comprase lo que necesitaba, sus pasos se dirigieron a la parada del autobús, y, una vez más, el azabache se sorprendió de ver a Felix subiendo tras él en el bus público.

"¿No irás en el autobús escolar?", preguntó el híbrido una vez estuvo sentado. "Es mucho más espacioso y cómodo"

Felix sacudió la cabeza en negación, sentándose tan cerca de Changbin que, una vez más, sus hombros se frotaron el uno con el otro. Sus rostros estaban tan solo a algunas pulgadas de distancia, y eso hizo al azabache tensionarse al instante. Se encontraba lo suficientemente cerca como para contar las pecas que se extendían en los pómulos del más alto, y lo habría hecho de no ser porque se encontró con que su rostro estaba completamente vacío.

Ahora que lo pensaba de nuevo, ¿Felix no tenía pecas? Entonces, ¿dónde estaban?

"Estoy mucho más cómodo junto a ti", razonó el ¿pecoso?, sacando a Changbin de sus pensamientos. "Y, como dije antes, me gustas"

hide | changlix (esp.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora