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Una semana entera había pasado sin aviso, y Felix, sorprendentemente, se había vuelto incluso más cercano a Seo.

Cuando no se encontraba con cualquier otra persona, estaba junto a Changbin, y, aunque el híbrido se sentía halagado por la compañía del más alto, no dejaba de sentirse preocupado. Sabía de las miradas asesinas que se seguían fijando en él cada vez que cruzaba algún pasillo en la escuela, y a menudo era víctima de los "accidentales" empujones otorgados por los populares de la escuela.

Sin embargo, Felix aún no había dado cuenta de esto, y Changbin se aseguró de que no lo hiciera. Jamás demostraba cuán afectado estaba por la manera en la que era tratado; lo último que se le antojaba era que el australiano notase aquellos malos tratos y todo fuese a peor.

A Changbin le encantaba ver al pecoso feliz y emocionado; pensaba que una sonrisa le quedaba bien en el rostro. Ver aquellos gestos y aquellas risas convenció al híbrido de que todo estaría mejor... Al menos por ahora.

_________

Jaeha y sus amigas acorralaron a Seo en la biblioteca aquel martes en la tarde.

Changbin había estado alternando su jornada entre revisar sus numerosos libros de historia, y dormir un poco hasta que vio que su línea de visión era bloqueada por un grupo de personas. La mesa en la que se encontraba poseía cuatro sillas, tres vacías, pero pronto las encontró ocupadas.

"Oye, Changbin."

El híbrido podría haber reconocido esa voz desde cualquier lugar. La había escuchado incontables veces en sus clases, también llamando a Felix desde la mitad del pasillo. Sabía que era Jaeha, y, de repente, se arrepentía de haber venido a la escuela aquel día. Levantó la mirada de su libro, observando a la pelinegra híbrida de ángel y a las chicas que jamás se despegaban de su lado.

"¿Sí?", inquirió Changbin. Su voz sonaba tranquila y su mirada era firme. Su cuerpo no delataba como en realidad se estaba sintiendo en ese instante.

Jaeha no tardó en regalarle su perfecta y plástica sonrisa, como solía hacerlo cuando se dirigía a Seo. Con sus delicadas facciones y elegantes alas asemejaba al ángel que, se suponía, debía representar. Pero hasta ahí era que llegaban las similitudes; era obvio que a ella no le agradaba el azabache en los absoluto.

"Estoy segura de que sabes por qué vinimos a hablar contigo", contestó, su voz denotando su característica falsa amabilidad. "Para decirte que te mantengas alejado de Felix"

A Changbin no le sorprendió escuchar aquello, y, en silencio, cerró el libro que se suponía que debía de estar revisando. "... ¿Por qué?"

Una de las chicas soltó una carcajada, recibiendo una mirada asesina de Jaeha que pronto la hizo callar.

"Porque yo lo digo, Changbin", la chica hizo hincapié en el nombre del híbrido, como si se hubiera visto obligada a decirlo solo para mostrarse amable. "Felix es un buen tipo. Muy buen tipo. No es de extrañar que quiera pasar tiempo contigo, pero es nuevo, y en cuestión de tiempo te dejará para salir con personas normales, como nosotras. No pretendo sonar grosera, pero sabes que es la verdad. Así que aléjate antes de que sea tarde."

Las demás personas en la biblioteca comenzaban a mirarlos, preguntándose qué hacía una chica tan popular como Jaeha con alguien como Changbin.

Unos segundos más tarde, las chicas se incorporaron para salir de la biblioteca, encontrándose irónicamente con Felix en la puerta, la misma persona de la que estaban hablando antes.

hide | changlix (esp.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora