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Los numerosos chirridos que provenían de los pájaros penetraron en los rincones más oscuros de la mente de Changbin, llenándole la cabeza únicamente de ellos. El sonido normalmente placentero gradualmente se volvió molesto de escuchar, y el híbrido quiso bloquear sus oídos y forzar el sonido a detenerse, pero simplemente se quedó allí, incapaz de moverse.


Su pecho se sentía ligero, como si estuviera flotando en las nubes, y usó sus manos para agarrar el área que lo rodeaba, buscando algo o a alguien.


Con una respiración profunda, los orbes de Seo se abrieron con tortuosa lentitud, escaneando el lugar donde sea que estuviera. La habitación era desconocida, y la ventana en las paredes blancas estaba abierta. Rayos de luz cayeron en cascada a través de la abertura, iluminando la habitación ya demasiado iluminada, con un pájaro color azul posado en una rama al lado de la ventana, cantando una y otra vez. Observó a Changbin con la cabeza ladeada en curiosidad antes de tomar vuelo.


Una mano se deslizó sobre la del azabache, alertándolo de la presencia de otra persona a su lado. Fue entonces cuando vio el rostro aliviado de su madre y el soporte intravenoso junto a la cama en la que estaba. Changbin viró su mirada a su muñeca, notando de inmediato la aguja clavada en su piel.


"Estás bien", susurró su madre, sonriéndole.


"Lo estoy..." Asintió lentamente, a pesar de sentirse un poco confundido. ¿Cómo llegó él aquí? Lo último que recordaba era haber entrado al templo de esa montaña tribal con Minho y Minhyuk, y luego todo se volvió borroso. "... Estoy en el hospital." Dijo mientras miraba a su madre, aunque sonaba más como una pregunta.


"Sí, cariño", respondió ella. "Tú y el resto de tus amigos vinieron a la casa muy temprano ayer. Dijeron que estabas inconsciente y que necesitabas ir al hospital, y Chan nos llevó allí. Has estado aquí desde entonces."


Fue entonces cuando el híbrido pensó en Felix, y su corazón se aceleró. Se regañó mentalmente por no haber pensado en el australiano antes, y se sintió abrumado por la ansiedad, porque Felix no estaba allí.


El pecoso había dicho que iba a ser la primera persona que Seo vería cuando despertase, pero no se lo veía por ninguna parte.


"Mamá, ¿dónde... está Felix?" Changbin preguntó cautelosamente, temeroso de la respuesta. No quería escuchar que algo malo le había pasado a su novio durante las últimas veinticuatro horas. Quería ver a Lee. Necesitaba verlo.


"Él no está aquí", respondió la mujer, en voz baja.


El de orbes rojizos se obligó a sentarse, ignorando la mirada preocupada de su madre mientras lo hacía. Se formó un nudo enorme dentro de su garganta que le dificultaba hablar. "¿Dónde... dónde está él?"


"... Está en otra habitación del hospital. Cayó inconsciente junto contigo, por lo que lo trajeron aquí también."


Changbin estaba perdido por aquellas palabras, y muy, muy asustado. No sabía qué había sucedido para que Felix quedase inconsciente; en verdad esperaba que estuviera bien. Con cuidado, bajó ambas piernas de la camilla, observando el soporte intravenoso a su lado.

hide | changlix (esp.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora