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Changbin no fue a la escuela al día siguiente, como lo prometió. Simplemente encontró que no estaba de humor para enfrentar a sus compañeros de clase, así que pasó la mañana bajo las sábanas de su cama y siquiera pensó en dejarlas; después de todo, no tenía nada más que hacer.

Sabía que Felix esperaba verlo en la escuela, pero no iba a estar allí. Temía volver a aquel lugar; estaba asustado, a pesar de todo.

El híbrido solo esperaba que Felix no estuviera demasiado enojado con él, pensamiento que logró sorprenderlo un poco; ¿desde cuándo Felix lo hacía sopesar sus decisiones? ¿Desde cuándo Felix hacía que Changbin se sintiera como la peor persona por ignorarlo?

Observó su teléfono al otro lado de la habitación. Todavía no había desbloqueado el número del pecoso, y tampoco tenía ganas de hacerlo. Si dejaba que su vecino volviese a su vida, las cosas serían mucho peores de lo que había sucedido el miércoles, y Changbin no quería que Felix se involucrara en eso. Se encontró a sí  mismo contento de que el más alto no estuviese en esa clase de Física; de lo contrario, el australiano tendría una razón real para mantenerse alejado de él. Felix habría visto la parte de él que el azabache siempre había tratado de ocultar, y tendría miedo. Se iría.

Su hogar se sintió repentinamente vacía en cuanto la madre del híbrido salió a su trabajo, y el híbrido no pudo evitar preguntarse qué habría pasado si hubiera escuchado al de cabellos claros y hubiese ido a la escuela aquel día. ¿Estarían pasando el rato ahora? ¿Estarían sentados juntos en la mayoría de clases mientras Felix intentaba distraerlo del maestro cada vez que entraban? Changbin no lo sabía.

Oh, ahora en verdad deseaba haber ido a la escuela. Ni siquiera le importaría si Jisung o Jaeha lo atacaban, porque vería a Felix y estaría a su lado. No había sido difícil para Seo sentirse relajado al lado del más alto. Por extraño que pareciera, cada vez que estaba con él, se sentía como la persona más divertida, interesante y especial del mundo; Felix le prestaba atención y escuchaba lo que tenía que decir.

El australiano lo priorizaba por sobre cualquier otra persona, y, oh, nadie podía ganar su atención más rápido que Changbin, incluso sabiendo que no era tan extrovertido como otras personas. Eso no paraba de sorprender al más bajo; ¿por qué a Felix le gustaba tanto si jamás había visto su apariencia?

La única razón por la que Changbin seguía alejando a Lee, era porque no quería que aquel chico saliese herido, y, joder, aquel accidente en física lo había llevado a su límite. Pero ahora, sintió que él era quien estaba saliendo lastimado.

Necesitaba a Felix más de lo que había pensado, y ese hecho no hizo más que asustarlo; estaba demasiado apegado al australiano. Ahora, su vecino podía lastimarlo tanto como lo desease, porque se había acercado a su corazón tanto como nadie lo había hecho jamás. El sentimiento de vulnerabilidad hizo estremecer a Seo, ahora más que nunca porque sabía que no podría hacer nada al respecto.

_________

Changbin supo que no sería capaz de encarar a Felix en cuanto lo vio abriendo la puerta de su casa desde la ventana de su habitación. El humano estaba vestido con una camisa verde a rayas y un pantalón azabache; mierda que se veía bien.

El híbrido siempre había sabido que podía verse bien en cualquier prenda que usara, pero nunca antes le había dado un segundo pensamiento. Ahora, como fuese, todo lo que podía hacer era divisar lo bien que el color de aquella camisa contrastaba con su tono de piel y rezar para que su vecino no lo atrapase observando.

No lo hizo, de cualquier manera. Felix entró a su hogar con una expresión neutra en el rostro y pronto cerró la puerta tras de sí.

hide | changlix (esp.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora