Capítulo 19: Explicaciones y mentiras

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Me permitieron darme un baño con agua caliente y ponerme ropas limpias, tras lo cual, Baal en persona me llevó al piso superior de aquel oscuro lugar. Subimos juntos a un lujoso coche blindado que esperaba en lo que parecía ser un garaje privado. No me sentía segura a solas con él, pero supuse que no querría hacer daño a la última de su linaje. Solo quería enseñarme.

El coche arrancó cuando nos hubimos sentado y Baal pidió al chofer que nos llevara al internado. La persiana del garaje se abrió, salimos a lo que ya había deducido que eran el casco antiguo, y vi que el Sol aún tenía que caer mucho a lo lejos. Había supuesto que su luz afectaría a todos los demonios, pero mi abuelo parecía inmune.

—Bueno, Yolanda —empezó—, supongo que no soy el abuelo que habrías deseado tener, pero soy muy rico. Probablemente hayas oído hablar mi empresa —me sonrió—. Soy el director de proyectos especiales de NeoTech, la principal compañía de investigación y desarrollo del país —me reveló.

Me lo quedé mirando perpleja, ¡claro que la conocía!

—¡¿Mi madre trabajó para ti?! —exclamé asombrada.

Aún recordaba la bata científica de mi madre, con la "N" y la "T" cosidas a la espalda.

—Claro que trabajó para mí —asintió Baal, confirmando mis sospechas—, igual que tu padre, pero te escondieron muy bien. Me hicieron creer que falleciste hace 8 años... ¿Recuerdas a Whitehowl y el Valle de la Luna? —preguntó mirándome de reojo.

Asentí con pesar.

—Lo siento, nosotras no queríamos...

Él negó con la mano abierta, quitando hierro al asunto.

—No fue culpa tuya ni de tu hermana, según tengo entendido —aseguró con cierta frialdad—. El culpable ya fue castigado y destruido.

Lo miré extrañada. Recordaba a Tami interrumpiendo el ritual que liberó al Gran Lobo Blanco, ¿entonces...?

—¿Quien fue? —pregunté.

—El mismo que asesinó a tu padres —aseveró.

El mundo se me cayó encima, ¡¿qué había dicho?!

—¡¿Quien fue?! —repetí.

Desde que conocí el Mundo Oscuro y los horrores que lo habitaban, había sospechado que la muerte de mi madre no fue natural, que no fue algo casual en absoluto... ni mucho menos un accidente. Mis temores acababan de ser confirmados.

—Lo conociste —declaró, congelándome—. Fue al Valle con su hermana pequeña para robar algo de nuestro clan...

¡NO! —até los cabos sueltos por mí misma, completé el puzzle con las piezas que me faltaban, pero no pude creer el cuadro resultante, ¡no pude!—. ¡Es imposible!

—... En lugar de ello, lo destrozó —prosiguió Baal—. Nos aniquiló casi por completo, y liberó al monstruo más poderoso que hayas podido imaginar para que acabe el trabajo —terminó sonriéndome—. Se llamaba Nathan Oldstone, ¿lo recuerdas?

Nathan Oldstone, el adorado hermano de Sara Oldstone, l provocó la muerte de mi hermana y asesinó a mis padres. Por su culpa perdí mi casa, mi vida y a mi mejor amiga. Le odié, le odié con todas mis fuerzas. Y Sara Oldstone lo adoraba... a ese asesino, ¿lo sabría ella? ¿Conocía la verdad? ¿Sabía que su hermano mató a mis padres y no me dijo nada? ¡No, imposible, ella no podía...! ¡Ella no me habría ocultado...! ¿O sí? .

El coche se detuvo a unas manzanas del internado.

—Ya nos veremos, querida nieta —se despidió Baal con una sonrisa triunfal.

Astral Arcana II - GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora