Su cabello oscuro resaltaba en el reflejo del espejo, y aquello le sacó una sonrisa al recordar que una semana atrás había hecho el cambio drástico de verde a negro solo para sentirse bien consigo mismo y, también, para aprovechar el último día de promoción en tintes.
Se miró por última vez en el espejo, cerró el grifo de agua y, con ayuda de una pequeña toalla, secó sus manos que anteriormente se había lavado. Con un poco de la humedad restante, las pasó por su desordenado cabello para tratar con algunos mechones y, deseándose suerte, abrió la puerta. Una habitación blanca con una cama desordenada del lado derecho lo recibió.
En la televisión que estaba frente la cama se reproducía algún anuncio luego de que la película esperada había terminado hace unos minutos, pero solo pudo observar a la persona acostada en las pulcras sabanas, dormido entre hamburguesas y papas. Se rió al notar que éste había caído rendido por portar aún sus lentes.
Caminó lentamente hasta quedar del lado derecho de la cama y, con cuidado, se acostó en el lugar desocupado. Sutilmente acomodó los mechones que caían por su frente, y quitó las migajas de papas que tenía en su barbilla. Y por un momento admiró su bello perfil. Algunos minutos pasaron donde analizó su ser, y ese tiempo fue suficiente para aprenderse todos sus relieves. Nuevamente sonrió, encantado con todo lo relacionado a él.
De pronto, una idea pasó por su mente, y esa sonrisa encantadora pasó a ser una traviesa. Examinó su entorno para encontrar lo que requería, y las papas fritas captaron su atención, en especial la que tenía un poco de salsa de tomate, misma que tomó segundos después.
—Jungkookie, hay que limpiar aquí —canturreó el mayor mientras acercaba la papa a los labios del menor—. Jungkookie, despierta, si la señora Jeon ve este desorden nos regañará, y ella sigue resentida con nosotros por lo de la fiesta —volvió a tararear, callándose cuando la papa tocó los labios del menor y la salsa terminó embarrada en ellos—. Oh, Jungkookie —y se burló en silencio cuando la papa cayó en la camisa blanca dejando una leve mancha, la cual no le agradaría al joven.
En el momento que tomó la papa para tratar de eliminar las pruebas, el menor se removió mientras degustaba lo que estaba en sus labios y, de pronto, Taehyung fue atrapado con las manos en la papa por un Jungkook desorientado y extrañado.
—Hyung, ¿qué...? —y la mirada del azabache menor cayó en la cara del mayor, la cual estaba un poco roja por estar aguantando la risa. Poco después la dirigió donde miraba el contrario, y solo encontró una gran mancha roja en su camiseta—. ¿Oh? ¡Hyung, es blanca! —Taehyung estalló en risas.
Lo que restó de la tarde Jungkook le reprochó a Taehyung sobre sus maldades, el mayor solo reía como respuesta; la señora Jeon encontró la habitación del menor desordenada y por ello los chicos fueron reprimidos; limpiaron de arriba a abajo la habitación, terminaron cansados y al ser tarde, se turnaron para tomar un baño y ponerse su pijama. Taehyung fue el primer en estar listo, y mientras esperaba al menor que seguía bañándose, encontró cierta tranquilidad en el cielo estrellado de esa noche, y tanta paz le hizo pensar.
Luego de tanto drama innecesario, su corazón había sanado en gran parte luego de comprender que la situación no ameritaba peleas, sus lágrimas, su tristeza y un corazón roto. Solo había sido un pequeño problema que había sido muy malinterpretado. Los mensajes de disculpa y de despedida por parte de Jin hyung vinieron a su mente, quien tomaría un viaje por Europa para cambiar de aires.
Al inicio le había dado felicidad de que hyung decidiera irse lejos después de lo que pasó, pero esa emoción se esfumó casi se inmediato al entender que Seokjin hyung actuó como lo hizo al estar enamorado; después de todo, el corazón no respeta de límites al querer un poco de amor y felicidad.
El ser humano solo quiere ser amado, y no lo será con la persona equivocado, y eso es difícil de superar; el querer ser amado por alguien quien, lastimosamente, no te ama o no lo hará como habrías querido es doloroso. Por eso, aceptó las disculpas de su hyung y le deseó un buen viaje, pidiéndole que no dejara de seguir comunicándose, y que le enviara fotos de los lugares que visitara, porque antes de que todo eso sucediera, él era un muy buen amigo por el cual velaría por su bienestar, y aquello no iba a cambiar solo porque un chico estúpido —que no supo qué hacer con sus sentimientos y acciones— se interpuso en su amistad.
—¿En qué piensas? —y el antes mencionado lo había sacado de sus pensamientos, asustándolo en el proceso. Giró encontrándolo en su pijama de Cooky, su personaje favorito, mientras secaba su cabello con una toalla.
—En lo estúpido que eres —soltó lo que llegó a su mente, no sorprendiendo al contrario, quien rió como si ya se esperara esa respuesta.
No dijo nada más, solo acomodó unas cosas, se puso crema en su rostro y unos minutos después ya había apagado la luz para darse paso en la cama. Taehyung solo se pegó más a la pared de la ventana, para que cada quien tuviera su espacio.
—Hyung, quiero abrazarte —igual a como había sido unos instantes antes, el azabache mayor ya se esperaba esa petición.
—Hay que aparentar que somos dos amigos heterosexuales, Jungkookie —le contestó dándole la espalda.
—No te preocupes, hyung, hace unas noches les comenté a mis padres que era Taesexual y me comentaron que ya lo sabían —y terminó esa oración con una sonrisa infantil. Dios mio. Giró horrorizado.
—¿Saliste del closet diciéndole a tus padres que eres Taesexual? —el menor asintió—. ¿Cómo se te pudo ocurrir eso?
—No lo sé, solo lo dije y ya —pero la cara sorprendida de Taehyung le hizo seguir hablando—, pero no te preocupes, hyung, eres más que aceptado en la familia, y mi madre un día de estos quiere tener la charla contigo.
—¿La charla? —preguntó extrañado.
—Sí, quiere hablar contigo sobre las relaciones sexuales y sobre cómo cui...
—¡Entiendo el punto!, ¿pero por qué solo conmigo? —y Jungkook se mostró apenado ante lo siguiente.
—Es que cuando le comenté que era gay, ella me dio la charla, y luego dijo que te la daría a ti.
Taehyung no supo cómo la conversación había llegado a ese punto, pero con risas nerviosas asientió y volvió a tomar lugar cerca de la pared, dándole la espalda al menor y dejando en segundo plano lo antes hablado. Esperándolo, Jungkook abrazó a Taehyung por la cintura, se apegó a él lo más cerca posible y, sorpresivamente, le dejó un casto beso en su cabellera.
—Hyung, dejándo lo de antes a un lado, quiero que sepas que iremos a tu ritmo; también, que te quiero mucho —rió al escuchar lo último.
—Lo sé, Kookie, lo sé —dijo con cariño mientras acariciaba suavemente las manos que lo rodeaban.
Unos minutos pasaron donde sus respiraciones se combinaron, sus latidos se sincronizaron y donde su ser se sintió en armonía con la persona que lo sostenía. Sus ojos se cerraron, sus músculos se relajaron, sin embargo, pudo escuchar con claridad:
—Hyung, la luna está hermosa hoy.
Y Taehyung, adormilado, pudo responder:
—Puedo morir en paz.
Y así, Taehyung cayó dormido en los brazos del ser humano que lo amaba en demasía, con una declaración de amor de fondo.
[🌸]
Aquí estoy, con un nuevo capítulo, ya que lo prometido es deuda. No diré mucho, solo que espero les guste y que pronto estarán los últimos dos capítulos, ya que están en proceso. Hice cambios con los títulos porque empecé a editar cosas de los caps y así llevaré un orden. Y poco más, la verdad.Un año y medio para un capítulo, pero oigan, sí me gustó lo que escribí. Disculpen la tardanza.
Bueno, me pondré a hacer otras cositas cuídense mucho, tomen awita, hagan sus quehaceres, cuiden su salud física y mental. Los quiero mucho ♥️. Nos leemos luego, pimpollos 💕
발레리
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¡Pajero! ✧ KookV
Fanfic❲ 발레리 © 200918 ❳ ༄ ┋ Donde Jungkook se masturba pensando en su mejor amigo, Taehyung.