XVII. ¿Entonces...?

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Era un viernes en la noche, los siete chicos se encontraban caminando en una acera acercándose a su destino, el cual era una fiesta de algunos amigos de Yoongi. Hablaban animadamente entre ellos sobre las altas expectativas que tenían de la fiesta, la cual muchas personas aseguraban que sería la mejor del año, mientras que dos chicos se encontraban separados por cinco chicos del otro: Taehyung y Jungkook.

Dos semanas habían pasado en los cuales Taehyung no tuvo el valor para hablarle, ni siquiera verlo, y Jungkook no quiso presionar a TaeTae. Todo había salido de las manos de Taehyung al hablar de un tema tan delicado como el amor, y más cuando se trataba de Jungkook, que lo conocía desde la preparatoria hasta la actualidad y en todo ese tiempo lo amó rotundamente pero lo negó. Había sido un completo desastre. Siempre se negaba a sí mismo los sentimientos y sensaciones que sentía por él, justificando que era por su gran amistad, pero no, todo este tiempo había sido por el amor y cariño que Taehyung pudo ver en Jungkook, todo lo que él chico que tenía y catalogaba como "mejor amigo" le brindaba.

—¿Tu qué dices, Taehyung?— el chico salió de su trance parpadeando un par de veces antes de fijarse en sus amigos, que lo miraban intrigados por su respuesta.

—No lo sé.— realmente no sabía,  lo que hablaban ni lo que pasaba, él estaba tratando de arreglar todo en su cerebro.

—Y tú, JK, ¿qué dices?— la pregunta que hizo Namjoon resonó en su mente; no era por la pregunta en sí, era a quién iba dirigida, dándose cuenta que su imaginación falló en un intento de pensar que Jungkook posiblemente no estaba ahí, pero no, se encontraba ahí en cuerpo y alma, le hizo helar y erizar los bellos de su cuerpo.

Realmente estaban juntos. Luego de haberse confesado estando borracho. No fue parte de su imaginación. Todo era real y estaba pasando.

—Yo pienso que será grandioso, las fiestas de Jooheon siempre me dan de que hablar, nunca me fallan.

Y ahí estaba él, hablando como si nada, sonríendo y viéndo a Taehyung a los ojos sin importarle que hace dos semanas el mismo chico se había confesado. Sabía como ocultar las cosas, algo que Taehyung no podía y hacía evidente las cosas.

—¿Taehyung, seguro que querías venir? Te ves muy incómodo.— Taehyung negó metiendo sus manos a las bolsillos de su pantalón haciendo un leve puchero. Sabía que en algún momento se entrarían de la situación en la cual estaba el castaño, pero si podía retardar su explicación, sería mucho mejor para él, muy confuso se encontraba como para tratar de explicar algo que él mismo no comprendía en lo más mínimo.

Todos los chicos volvieron a su conversación excluyéndolo, y realmente lo agradecía el castaño, su cabeza dolía por tener al chico que amó por años y que se le confesó borracho a su lado, y seguramente dolería más por la música alta que habría en la fiesta —que de por si andaban a unas cuadras de aquella fiesta y aún así se empezaba a oír la alta música a lo lejos—, ya mucho tenía para escucharlos a ellos debatir de diferentes temas.

Mejor me hubiera quedado en casa, cenando lo que mi abuela hiciera y disfrutando de la grata compañía de mi perro y las películas.

—¿Por qué no me hablas, Taehyung?— en un movimiento rápido, Jungkook tomó lugar al lado del castaño, asustandolo al momento de hablarle. Lo miró, y lo sabía porque él mismo vio directamente los ojos almendrados de Taehyung, pero el chico hizo oído sordo y le ignoró mirando al frente buscando algo en que entretenerse, sin mencionar el pequeño rubor carmesí que se veía en sus mejilla izquierda ni el hermoso perfil que se cargaba el mayor de los dos. —Sé que me escuchas, al igual que me puedes ver, así que deja de ignorarme cuando quiero que me hables, Kim Taehyung.

¡Pajero! ✧ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora