XXIII

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Entro a la biblioteca y después de registrarme veo que no hay una computadora en la área de computación.

-Hola Alisson, ¿Cómo te encuentras?

-Mejor -le sonrío a la bibliotecaria -¿Alguien vino ayer por la noche?

-Si, Bastian, Paloma, Arturo, Leitani, Taeyang y Efrén

-¿Tomaron computadores?

-Lo desconozco

-¿Y por qué falta una computadora?

-No lo se, los oficiales se la llevaron

-Gracias

Voy de nuevo hasta donde esta Luján. Toco la puerta y el director me abre la puerta

-¿Alisson?

-Quiero hablar con el detective Luján por favor

-Claro -se hace a un lado y entro

-¿Qué pasa señorita?

-¿Por que se llevaron la computadora?

-Creemos que es desde donde se llevo a cabo la operación para computarizar la puerta trabada

-¿Encontraron el micrófono o bocina?

-Era una grabación, están tratando de aclarar la voz y saber quien es el dueño

Tocaron la puerta y entro una señortita de traje negro con tacones oscuros.

-Detective Luján -saluda

-Detective Galindo

-Profesor -le saluda de mano -¿Y tú eres...?

-Alisson

-Alzamora

-Si, soy yo

-Nuestra infiltrada descubierta

-Si

-Tengo los informes, efectivamente la computadora es la fuente que enviaba la información al atrancamiento de la puerta, como la indicadora de cuando empezara la grabación

-¿Había cámaras?

-Efectivamente, una en la esquina del baño, por eso supo que era el momento en cuanto entro Alisson

-¿Tiene huellas dactilares la computadora?

-¿Cómo se le ocurre que el asesino va a delatarse? Esos detalles no se le escapan -le digo a Luján

La detective Galindo me mira con una sornisa

-¿Algo más? -dice Luján de mala gana

-Me acaban de asignar el caso

-¿Qué?, pero yo estoy al frente

-Estos casos son más complejos, dos cerebros piensan mejor que uno

«Ja, conformistas con su poco intelecto» me digo a mi misma

-Bien, ¿Qué habitación tomara?

-Considerando que las víctimas aparte del caballo han sido mujeres, pues dormiré en la habitación desocupada

-Bien

Mire a la detective y ella a mi

-¿Tienes tu lista de sospechosos?

-Así como ustedes tienen una

-¿Nos dejarían solas?

Ambos hombres se van de mala gana.

CerebrumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora