#4 Las MM

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(Narrador omnisciente)

Leonardo y Karai caminaron bastante decididos mientras veían los alrededores del lugar con sumo cuidado, de inmediato unos humanos, con pintas nada confiables, los guiaron a la oficina de Steranko, pero antes tuvieron que soportar una revisión de cuerpo completo, debían asegurarse de que sus invitados no tuvieran micrófonos o cámaras escondidas... Pero no encontraron absolutamente nada, por eso dejaron ir a la pareja sin decir nada más.

Los pasillos eran fríos y algo descuidados, pudieron sentir bastantes olores extraños a medida que avanzaban, de inmediato identificaron la sangre y alguna sustancia química en el aire, sus sospechas sobre lo que iba a pasar cada vez se iban haciendo más fuertes.

Había varias puertas cerradas con bastantes candados, en algunas se podía escuchar ruidos escalofriantes, Leonardo se puso muy tenso al pensar que su novio podía estar en una siendo igualmente torturado, pero la mano de la mayor sobre su antebrazo lo hicieron reaccionar, ambos debían contener su notable enojo.

–Es aquí.– Habló el humano que los estaba guiando con una sonrisa bastante amplia, tener a Karai tan desprotegida era algo demasiado tentador para todos los mafiosos de la ciudad, estarían más que entusiasmados porque algo saliera mal en la negociación.

La puerta se abrió y ahí pudieron ver a Steranko elegantemente vestido, sentado en una gran silla de terciopelo, a cada lado tenía a dos mutantes de rinocerontes haciéndole compañía, se veía totalmente amenazante con esos ojos grises puestos en sus "invitados" de manera fría.

Toda la habitación estaba helada, las paredes eran de piedra oscura, dándole una apariencia muy rústica al lugar, el piso era de madera color chocolate, igual que el inmenso escritorio, sólo había una pequeña ventana al tope de la pared de la entrada que dejaba ver la luna y el fin de varios edificios, el único que tenía esa vista era el jefe del lugar.

–Siéntense.– Ordenó con una tétrica sonrisa al tener la ventaja de poderes en ese momento, sabía que no debía confiarse para nada, pero igualmente no podía dejar de sentir una gran emoción al ver a su mayor rival después de tanto tiempo.

Leonardo de inmediato se puso muy tenso, ese hombre era tan aterrador que sus guardias no eran necesarios para imponer respeto, pero su valiente acompañante no quitó ni por un momento su postura tan firme, nada le impediría proteger a los suyos y cumplir con su objetivo.

–Creí que esto sería una negociación, no una intimidación.– Se cruzó de brazos viendo a los rinocerontes a los ojos de tal manera que logró asustarlos, no por ser una humana dejaba de ser extremadamente fuerte y eso todos lo sabían.

El adulto de dorados cabellos soltó una pequeña carcajada al ver que la chica no había cambiado ni un poco, los ojos tan amarillos de Karai lo intrigaban demasiado... Porque él era el único que sabía su oscuro secreto.

–Sólo es por seguridad, al igual que tú viniste acompañada por tus mejores hombres que están afuera.– Explicó lentamente con gracia usando una voz muy profunda, verla tan de cerca lo estaba emocionando, no dejaba de ser tan hermosa al pasar los años.

La mujer de llamativas iris se cubrió la boca con ternura y sus mejillas se sonrojaron levemente, pero esos ojos tan rebeldes seguían retando al mayor con una intensidad bastante abrumadora.

–¿Acaso tienes tanto miedo de mí que necesitas guardaespaldas presentes? Eso es muy tierno.– Rió lentamente sin tenerle miedo a nada, por mucho que supiera que Steranko era sumamente despiadado con los que se interponían en su camino, ella era mucho más fuerte... Pero mantendría ese hecho cómo su secreto más poderoso.

Baila Para Mi 💕 (TMNT +18) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora