stage; park jimin.

10. don't know what to do.

" Time is all we have and don't."

╰───────KIM VIOLET.

ADORO A SOMI. Lo hago con todo mi corazón, pero juro que no hay nadie en el mundo que hable tanto como ella. Era un loro andante, y así la quería.

Llevaba quince minutos parada frente a la puerta del departamento de Bangtan, reuniendo el coraje para hablar con Jimin. Estoy más que segura que no querrá verme ni en pintura, joder, ni yo querría verme.

En verdad quiero arreglar las cosas con él, no se merecía las palabras que le dije, fueron producto de enojo, el calor del momento.

Estiré mi mano para tocar el timbre cuando justo la puerta es abierta por Jungkook, sobresaltándome.

───¿Noona?─── Pregunta él confundido aún con una mano en la manija de la puerta.─── ¿Qué haces aquí?─── Sabía muy bien que no lo hacía adrede, pero su tono de voz dejaba en claro que no me quería ahí en aquel momento.

Y lo comprendía totalmente. Yo tampoco quisiera que un chico se acercara a mis amigas si las han lastimado.

───Vine a hablar con Jimin, ¿está aquí?─── Dije tartamudeando. Apretó la mandíbula ante mis palabras, suspirando.

───No creo que sea bueno que lo veas, noona.─── Comenzó.─── En verdad───

───Yo sé que no lo es, pero───

───Deberías alejarte de él.─── Soltó Jungkook, sorprendiéndome. Sus palabras me cayeron como balde de agua fría.─── Por el bien de Jimin.

Auch.

───Déjame hablar con él, por favor.─── Mi voz salió temblorosa. Estaba realmente afectada y en segundos sentía que iba a llorar, pero no quería hacerlo frente a él. Frente a nadie, de hecho.

Terminó de abrir la puerta, dándome lugar para pasar, lo que hice rápidamente murmurando un vago gracias mientras me iba a encerrar al baño. Necesitaba calmarme.

Si iba a hablar con Jimin, no quería hacerlo soltándole el mar de lágrimas del siglo, a pesar de que llorar era lo que más me apetecía hacer en el momento. Quería que él sintiese que mi disculpa era sincera, porque verdaderamente lo era, y sentía que si iba a llorarle le quitaría credibilidad.

Tomé un poco de papel y sequé las pocas gotas de agua que habían escapado de mis ojos, esperando que me viera como siempre.

Salí y me dirigí a la habitación de Jimin, tocando tres veces la puerta, mis manos temblequeando un poco.

───Bajaré a comer luego, hyung.─── Su voz sonaba trémula.

Tomé una respiración profunda y giré la manija de la puerta que, para mi sorpresa, estaba abierta. Jimin levantó la cabeza y por la mirada que tenía sabía que no se esperaba que yo estuviera ahí.

Cerré la puerta despacio y me acerqué a él, quien aún tenía una expresión confundida e incrédula en el rostro.

───Hola.─── Era como si todo lo que pensaba decirle se hubiera vuelto misión imposible al segundo que pisé su habitación.

───Hola.─── Reaccionó, permitiéndome estudiar su cara. Tenía los ojos irritados y las mejillas rojizas.

No lo merecía, y nunca lo haría.