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Silencio...

Llanto...

Desesperación...

¿Que ya no había hecho?

Se dio cuenta de que quería a esa niña.Realmente la quería.

Y más que para avanzar en su vida,la quería como un padre.

Lo hizo todo.

Pero ahora había perdido a las dos personas más importantes en su vida.

Primero su novio...

Ahora ella.

Vio como la castaña tenía algunas lágrimas acumuladas en sus ojos.

-Bon,yo...-

Intento decir algo,pero ya no habían palabras.

Se acercó a él y lo abrazó.

En su hombro varias lágrimas del hombre empezaban a caer.

Lloró como nunca antes lo había hecho,lloró como un bebé.

Y ponerse a pensar en ese doloroso recuerdo,en esas palabras tan dolorosas...

-"Señor,si realmente ama a esa niña entenderá que no está bien con usted.La persona que encontramos para que la adopte tiene todo lo que usted jamás tendrá.Tiene el propósito de tener una familia.
Lamentamos esto,pero esto es lo mejor para ella."-

-"¡Ella me necesita!"-

-"No...No se confunda.Usted la necesita a ella"-

-¿No soy lo suficiente,Lucía?-

Aquella pregunta la tomó por sorpresa,ese hombre había pasado por tanto.

-Bon,debes entenderlo...Es lo mejor-

Mordió su labio inferior intentando no llorar más.

Sus ojos estaban rojos.

-¿lo mejor? ¿Lo mejor es que yo sienta eso? ¡Maldición,debí dejarla en ese maldito orfanato!-

Siguió llorando mientras se aferraba cada vez más a la fémina.

-Lo siento...-

-No...No lo sientas-

-Pero no puedo evitarlo-

-¿Por qué? ¿Por qué no puedes? Soy una persona miserable...No valgo la pena-

-Si lo vales,Bon-

-¿Por qué?-

-Bon,tantas cosas que has superado en toda tu vida ¿y dices que no vale la pena? Hiciste que una mujer viera el valor de la vida ¿eso es una persona que no vale la pena?-

Ella también había empezado a llorar.

Ambos se separaron del abrazo.

Se miraron fijamente por unos segundos.

-Muchas gracias-

La oji-café se sonrojo.

-No hay de que-

Se removió en su cama nuevamente.

Tenia su mirada perdida,no sabía en qué pensar.

Fueron varios meses los que luchó para tener la custodia de la pequeña,pero claro,otra persona se la llevó.

Recordó el momento en que fueron a su casa para ver si estaba en las condiciones necesarias para la bebé.

Ese día lo obligaron a vestirse de una manera elegante.

Río vagamente ante el recuerdo.

Él solo quería ser un padre,un padre ejemplar,no como el que tuvo.

Suspiro y unas pequeñas lágrimas empezaron a recorrer su mejilla.

-¿Por qué lo tengo que perder todo?-

Se preguntó con una mano en su pecho.

Esto le causaba mucho dolor...

-perdóname,Bon-

EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora