Esperanza

21

-Debemos calmarlos...-

-¿Calmarnos?-

Se levantó de su asiento y alzó su cabeza.

En su cara reflejaba todo el dolor que sentía en ese momento.

Sus lágrimas secas,sus ojos rojos y llorosos,su nariz roja,sus ojeras,su cabello despeinado...Pero sobre todo,sus palabras llenas de dolor.

Miró a la castaña fijamente y con un seño fruncido.

-Brit está perdida desde hace tres días,ya la deportaron como desaparecida,el lugar en donde estábamos casualmente no tenía cámaras de seguridad.No sabemos si ella está muerta o siendo vendida en este momento por cualquier loco.Y-yo...Yo no quería que esto pasará-

Se tiró al sofá con lágrimas recorriendo sus mejillas.

La peli-roja,que estaba cerca de él lo tomo del hombro y lo obligó levantarse para abrazarlo.

-Bon...Nadie pidió que esto pasara...Pero se que vamos a encontrar a esa niña,digo,aún no le enseño a maquillarse-

Su típico tono de diva salió a luz,esto hizo que el peli-turquesa diera una sonrisa amarga.

-Bon...Vamos a encontrarla-

-¿Como me aseguras eso?-

La albina se quedó callada.

-Yo fallé como padre-

El peli-morado,quien había compartido los llantos del hombre durante los últimos días,se sentó a su lado y tomó su mano.

Pequeñas gotas salían de sus ojos,esta vez no con risa sino con dolor.

Nadie sabía que decir.

La castaña tomó sus cosas y se dirigió hacía la puerta,realmente nadie notó cuando se fue.

-No puedo creer que esto esté pasando-

Tapó su cara con ambas manos,se sentía desesperado.

Pero bueno ¿quién no se sentiría así cuando acaba de perder a su hija?

No aquella que le dio la vida,aquella que crió y quiere como una.

Porque tal vez no estuvo en el momento en que nació.Pero era su papá ahora,y eso era lo que realmente importaba.

No sabía si esa niña estaba muerta o viva,sana o adolorida,solo sabía que la iba a encontrar.

Porque haría todo por ella.

Como daría un padre por su hija.

Mientras tanto,por las calles frías caminaba una enfermera.

Sentía pequeñas gotas de lluvia caer,lo que significaba que pronto iba a llover y tenía que llegar a su destino lo antes posible.

Tocó el timbre de una casa de un barrio totalmente normal.

La persona que atendió la puerta era castaña y sus ojos eran heterocrominos.

Uno azul,uno rojo.

Justamente eran sus colores favoritos.

Se adentro a la casa,ahí estaba su hija siendo cargada por una mujer con ojos verdes y cabello azul.

-Hola,Bon bon-

-Un gusto,Lucía.Aquí te entregó a la pequeña-

Dejo a la niña en brazos de su madre.

Su madre biológica.

-Muchas gracias-

Sacó de su cartera dinero y seguido se los entregó a la dulce pareja.

-Si quieres puedes quedarte un rato más,se ve que llueve demasiado-

Dijo el de ojos bicolor.

-Muchas gracias,Loon.Pero debo irme lo antes posible-

Luego de despedirse,tuvo ciertos problemas para volver a casa,pero nada que no pudo resolver.

Al llegar a casa dejo a la pequeña en su cama.

-Brit,nadie se debe enterar de esto.De que yo soy tu secuestradora-

Dijo juguetona como si le niña le entendiera.

Luego se fue a preparar un poco de comida.

A veces...Es mejor que el amor no nos ciegue.