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ROSÉ

Casi me dice rosie otra vez, estoy muy lejos de molestarme, primera vez en tanto tiempo que me siento realmente cómoda en su compañía y supongo que ella también ya que casi se le sale el apodo que le prohibí totalmente, no sabía cómo reaccionar, nuestras miradas estaban unidas y la de jisoo miraba expectante en busca de una consecuencia, pero es que no me había molestado, quisiera que si, pero no, la veo como una amiga otra vez, después de tanto, sabe escuchar y aconsejar bien, no veo razón para molestarme por la comodidad que sentimos entre ambas nuevamente.

- Rosie.- Dije mirándola.- Puedes decirlo, después de todo tú fuiste quien me lo puso y nunca tuve un apodo mejor.- Le sonreí y su cara se suavizó.

- Gra-gracias... Rosie.- Sonrió también.- No sabes cuanto necesitaba decirlo, es como automático.- Y empezó a reírse así que la acompañe también.

. . .

- ¡Si! Muy divertidos esos días, Lisa no dejaba espacio para respirar, no parabamos de reír entre cada tontería que hacia.- Decia jisoo en un ataque de risa masivo al que yo también me uní.

Hace rato que está cena dejo de ser sobre el "trabajo", es más, nunca lo fue, lo sabía desde el principio pero no me molestaba, estaba tan jodidamente feliz de reír hasta que me doliera la barriga, hace tanto no lo hacía.

- Ciertamente Lisa era el pegamento entre las cuatro, ella sabía tomar el asunto cuando en vez de un grupo parecíamos parejas, aunque era lo que éramos pero tú me entiendes, salíamos de a 4, no de a 2.- Pude apenas decir calmando mi risa y tocando mi estómago que me dolía de tanto reír.

Hacíamos memoria de nuestras aventuras con nuestras amigas, no me molestaba, me gustaba, a pesar de todo era de las épocas más felices que viví y la fluidez de la conversación no tenía precio, hablaría de lo que sea con tal de no sentirme incómoda, como las últimas mil veces que he hablado con jisoo.

- Pero que dices Rosé, Lisa era medio vándalo, nos podían meter a la carcel del centro comercial con todo lo que se le ocurría, pero es que te tenía a ti, si tú te reías ella continuaba, ni Jennie la paraba, nosotras éramos sus madres cada vez que salíamos.

- Que cobarde eras jisoo, solo jugábamos, pero si, ahora que recuerdo, Lisa no paraba y si me reía lo hacía más, sabes que éramos como hermanitas y nada mejor que hacerlas enfadar a ustedes dos, al final siempre terminabamos comiendo helado y nosotras persuadiéndolas a ustedes para que se les quitará el enojo con ambas.

- Si, siempre fuiste muy perspicaz y nadie se podía resistir a tu encanto, excepto yo...- Creo que el vino hablaba por Jisoo y ahora quería hablar por mi.

- ¡Jaj!, pero si tú eras la primera.

- Ni en tus sueños rubia.

- No puedes negar nada, es más, caías antes y ahora también, te lo puedo apostar.

NARRADOR

Jisoo tragó saliva y rosé estaba en extremo diferente, unas cuantas copas hacen que las "viejas amigas" sientan la tensión que habían ignorado todos estos días.

- No hagas apuestas con Lucifer, Roseanne.- Decía jisoo refiriéndose al peligro que era entrar en la zona de desafío.- ... Puede salir muy mal.

- ¿ah si?- Rosé se alzó con sus manos afincadas en la mesa y se acercó lo más que pudo a Jisoo.- Pues yo pienso que el que saldrá mal es Lucifer.

First Time } ChaeSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora