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ROSÉ

Mi cabeza giraba, y unas ganas horribles de vomitar llegaron de la nada, ya entiendo porque no me gusta beber, aparte no me acuerdo de casi nada... espera, si me acuerdo de algo y... oh Dios, no, me pare de inmediato de la cama, no estaba desnuda pero aún peor, ¡llevaba una camisa holgada de Jisoo!, me mire al espejo por última vez antes de salir disparada al baño, estaba vomitando en la taza hasta que llegó Jisoo, solo en brasier y un jean muy preocupada y alterada por mi.

- Rosie.- Sostuvo mi cabello.- Tranquila, te pondrás mejor luego de esto.- Sobaba mi espalda.

Yo quería alejarla pero realmente me concentraba más en el malestar aparte su ayuda con el cabello y las caricias servían con mi situación; Al terminar de hacerlo lave mi rostro enjuague mi boca y recogí bien mi cabello con una liga que llevaba en mi muñeca, Jisoo solo me veía desde el marco de la puerta del baño.

- Jisoo, ¿Qu-que pasó ayer?- Dije recostándome en el lavamanos y dedicándole mi cara más dura para ocultar el miedo que sentía de que fuera lo que yo creía y su sonrisa no me gustaba nada.

JISOO

Rosé aún estando así se veía hermosa, está mañana parecía un ángel más que nunca o será que los besos y acercamientos que tuvimos ayer me han dejado más tragada por ella, ni idea pero contemplarla en mi camiseta, lavando su rostro y acomodándose me ha encantado, apuesto que tengo una sonrisa de boba justo ahora.

Escuche a Rosé vomitar, yo estaba arreglándome para salir a casa de mis padres al momento que la escuche, no dude y fui tras ella así, iba en jeans y brasier nada más, cuando llegue la ayude pero en lo que salió de su malestar se que venía la discusión.

- Rosé, no pasó lo que crees, ¿Que tanto te acuerdas?- Tengo que preguntar, qué tal si no se acuerda de los besos, de nuestra charla de doble sentido o de como en un acto casi imposible me frene a mi misma cuando ella rogaba por hacerlo, de más está decir que para que se quedara quieta le dije que iría por un trago, tiempo suficiente para que se durmiera, sabía que estaba muy ebria y aunque la tentación era grande pero no más grande que mis ganas por hacer las cosas bien, prefería despertar por la mañana con una Rosé avergonzada que con una Rosé acusándome de violación o que se yo.

- Pues... ¿nos besamos?- Dijo poniendo sus mano derecha en sus ojos y abriendo un par de estos para dejar ver su ojo izquierdo esperando mi respuesta, se veía sumamente adorable, su mano no podía cubrir el rubor de sus mejillas.

- Si Rosé, lo siento, no te molestes conmigo.- Dije rápido, esperando los gritos.

- Ah.- Miro al suelo- ¿Y por qué tengo tu camisa puesta?- Trague en seco.

- Rosé... Tú-tú y yo subimos de tono las cosas, pero yo al verte así de ebria me detuve, no haría nada contigo si no estás segura, el caso fue que lo pare pero tú igual te quejabas de que te apretaba el vestido, que tenías calor, salí de la habitación esperando que cayeras dormida, si que te quedaste dormida pero sin el vestido así que te coloque una de mis camisas que fue lo primero que encontré en mi habitación y te traje aqui.- Dije sobando mi nuca viendo hacia el piso, yo soy una persona sin filtro y que va al grano, sin vergüenza, pero Dios, esto me sobrepasó, no había contemplado anoche lo difícil que sería para mi decirle eso a Rosé por la mañana, sentía caliente en mis mejillas.

- Oh, bueno, amm, yo-yo lo siento Jisoo, sé que seguro fui yo la que, la que.- Trago pesadamente.- Te condujo a eso.

- Tranquila, fue culpa de ambas, pero sabes que no me molesta en lo absoluto.- La mire por fin directo a los ojos, dejándole claro que no me molestaba ni un poco todo eso, pero que definitivamente lo querría en condiciones diferentes a las de anoche.

Su mirada estaba igual que anoche, había lujuria apareciendo en sus pupilas y esta vez tenía la certeza de que no era por el alcohol, me puse nerviosa de inmediato.

ROSÉ

Por alguna razón lo que me contó Jisoo me hizo recordar todo y algo en mi se puso de la misma forma que anoche, estaba muriendo internamente, controlando mi impulso que acababa de surgir, el impulso luchando por salir, ver a Jisoo así cómo está medio vestida es jodidamente sexy, su abdomen bien marcado estilizado por ese Jean y brasier sencillos, estaba entrando en pánico y se ponía peor con nuestras miradas conectadas diciendo lo que nuestras bocas no.

- Bu-bueno.- Dije saliendo del trance.- Gra-gracias por ayudarme anoche.- Me acerqué a la puerta junto a ella y empecé a caminar detrás mientras la empujaba para llevarla a la salida de mi habitación, necesitaba pensar y una ducha.

Cuando llegamos a la puerta ella se volteó y me miró, yo solo seguía en automático, la vergüenza y miedo de que quizás me leyera la mente eran grandes.p

- De nada Rosie.- Dijo, uff, ahora por una extraña razón ese "Rosie" saliendo de su boca, con su ronca voz me pone peor, la mire directamente y Dios, quería que acabáramos lo de anoche aún así mi impulso se bloqueo y mi vergüenza actuó antes que yo, me quite la camiseta y se la puse en las manos, sin antes mirarle la cara de lujuria y sorpresa que puso, cerré la puerta y me fui al baño, necesito un momento.

JISOO

Se quito la camiseta así sin más, solo tuve 5 segundos para verla y fueron gloriosos, nunca me cansaría de su estilizado y delicado cuerpo, la llama y la tensión entre nosotras crece cada día más, con todo lo de hoy y anoche, no me ha gritado ni reclamado nada e hizo esto, yo quiero obviamente estar con ella pero tampoco quiero que piense que solo quiero eso, y es casi imposible, mi reputación me precede, no tenía ni idea como haría para demostrarle que quizás quiero follarmela duro cada mañana y cada noche pero también quiero llevarla a cenar, tomarle la mano y nunca dejarla ir de mi vida otra vez, sería difícil y no tenía ni idea de por dónde empezar.

La camisa que me dio rosé olía a ella, el tan dulce y delicado perfume natural que ella tiene, me la coloque y salí, era un compromiso casual además que me gustaba que tuviera su aroma, ya era tarde para el almuerzo con mis padres, llegando al lobby lo pensé, si la llevo de nuevo con mi familia sentirá que quiero con ella lo que teníamos y mejor, lo que no quiero con nadie más, no lo sé, pero sería un gran paso y considerando que deseo locamente casarme con esta mujer deberia ser hora de ir preparando el terreno para la bomba con mi familia aunque no estoy segura de que Rosé me vaya a perdonar pero algo es algo, llame a Albert y le dije que me esperara un poco más, y a mi Mamá avisándole de mi retraso e invitada "misteriosa"

Subí al ascensor y entre al departamento, toque la puerta de su habitación  y ella abrió, se nota que se dio una ducha rápida y de nuevo mis ojos miraron todo su cuerpo cubierto por aquella toalla... Concéntrate Jisoo.

- Rosé, tengo un almuerzo con mi padres hoy, yo estaba pensado que quizás tú quisieras ir, pero si no quieres no importa, solo fue una idea tonta que tuve, sé que tú me odias pero no sé, a mis padres les daría gusto verte de nuevo y yo-yo estaría feliz de que me acompañes, aún ellos me abruman mucho y considerando que estás aquí tú-tú podrías ayudarme a calmarme, es más si quieres considéralo trabajo, so-solo di que si...- Balbuceé rápido y nerviosa, mientras miraba mis zapatos.

- Yo-yo... Acepto ir Jisoo, deja me cambio.- Nos miramos, sonreímos y cerró su puerta.

First Time } ChaeSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora