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Ajetreada, esa es la palabra que describe cada día de la vida de Rosé, ella siempre ha sido una chica optimista y alegre a pesar de todo, desde que nació en Australia sus padres y ella solo han buscado lo mejor que pueden la estabilidad en este nuevo país, los padres establecieron un pequeño café con sus ahorros, rosé desde que tiene memoria a tenido que ayudar en el, no se quejaba, sabía que sus padres hacían lo mejor para ella y no le molestaba si tenía que ayudar cada vez que tenía un momento libre.

Rosé siempre fue de pocas palabras, era extremadamente callada y tímida en la secundaria, no tenía amigos aparte que cada vez que trataban de quedar con ella para reunirse y así conocerla, ella declinaba, sabía que tenía que ayudar en el café de sus padres y en parte se sentía aliviada de tener una excusa siempre ya que ella entraba en pánico cuando se trataba de entablar una conversación muy larga, se siente insegura y poco interesante; Rosé al cumplir sus catorce años recibe que su escuela (una escuela de paga exclusivamente de niñas a la que asistía con una beca que ganó en sus días de primaria y que mantenía por tener el promedio más alto de todo el recinto desde que entro allí a sus trece años) le ha otorgado la oportunidad de asistir un año de intercambio a una extensión de la misma escuela pero esta vez en los Estados Unidos, más específico en Chicago, ella se sentía increíble, no podía creer que su esfuerzo en el colegio le otorgó tal oportunidad, pero había un problema, si, el colegio pagaría su estancia, alimento y transporte pero no estaba segura de si sus padres querrían enviarla, no están seguros y muy aparte no tienen dinero para darle y poder hacer cosas allá más que estudiar, ella tiene ahorrado unos 2000 dólares entre bonos jugosos que familiares le envían desde Corea por sus cumpleaños y festividades desde que tiene nueve, el dinero de las propinas como mesera en el café y el que suele cobrar por hacer las tareas de sus compañeras, ella piensa que es suficiente y no tendría que pedirle nada a sus padres más que el permiso, si, era perfecto, lo que necesitaba, quizás si se lo proponía sería otra rosé, una más audaz y extrovertida, estaba decida a hacer amigos allí, a dar su primer beso o hacer las cosas que se ha estado perdiendo por miedo, allí no debería de tener miedo, total se iría y nadie la conoce; sus padres muy felices le dicen que es maravilloso, que ellos estaban considerando el enviarla a los Estados Unidos definitivamente, ellos deseaban que su hija no estuviera con ellos siempre o que los tuviera cerca, sabían que Rosé siendo tan bondadosa no terminaría de dar su 100% y elegiría ayudar a sus padres en todo en vez de querer estudiar en la Universidad, solo para no darles gastos y ayudar a sus viejos progenitores cansados de laburar día y noche, (cosa que a Rosé le partía el alma) sin chistar le dijeron que si y sacaron 1000 dólares que ahorraron para complementar el dinero que ya tenía su hija, la decisión estaba tomada, iría a la preparatoria en Chicago por un año.

. . .

Primer día de preparatoria en el colegio "Saint Jude" para señoritas, el auditorio estaba lleno de alumnas emocionadas por su primer día, ya no estaban en secundaria y el primer cambio notable eran los nuevos uniformes, una falda a cuadros escolar azul, gris y blanca, una camisa manga larga blanca, con un corbatín en forma de lazo azul marino, con o sin el blazer azul marino, no era la gran cosa para para los vestido incómodos y pasados de moda que usaban en secundaria esto era el paraíso, aparte, tenían elección de cambiar los zapatos, no tan escandalosos pero podían usar los que quisieran mientras entonará con la normativa, les parecía perfecto.

En una esquina del auditorio se encontraban Jisoo, Jennie y Lisa charlando de sus vacaciones y de lo felices que estaban de estar de vuelta juntas, hablaban de que sería un año memorable... y vaya que si, Jisoo, vaya que si.

La directora dictando nuevas reglas, estrategias y bla bla, dando una bienvenida calurosa a su nuevo año y por último dejando la presentación de las alumnas de intercambio que estarían aquí durante el periodo escolar, eran 5, dos de Asia, específicamente Japón, hablaron perfecto inglés al decir sus nombres y características; seguían dos de Europa una de Francia y otra de Italia, igual que las anteriores, pero algo llamaba la atención de Jisoo, quedaba una chica allí parada de cabello ondulado castaño semi claro, piel blanca como el tofu, labios rosados y grandes, con unos ojos rasgados (muy típicos de Asia, pero no la presentaron junto con las alumnas asiáticas, de donde más sería si no es de ahí ¿no? ) pero expresivos, figura de ensueño (esto sonrojo un poco a Jisoo, no le agradaba ese salvaje pensamiento tan rápido sobre la chica nueva) y una cara tan dulce y amable, parecía un ángel, Jisoo se sentía muy intrigada por la chica misteriosa que faltaba presentar.

- Bueno niñas y por último...

- Shhh, Jennie, Lisa, quiero escuchar.

Dijo esto inclinándose hacia delante con interés, cosa que extraño mucho a sus amigas, por lo general a Jisoo no le importan para nada estas cosas y menos las alumnas de intercambio.

JISOO

Estaba muy intrigada, no sé porque pero quería saber quién era y si fuera posible todo acerca de esa chica castaña, ya era hora de su presentación así que mande a callar a Jennie y a Lisa que no paraban de hablar y me incliné para ver mejor.

- H-hola soy Roseanne park, pero me gusta que me llamen Rosé, vengo de Australia, aunque si, obviamente soy asiática.

Se escucho una risa en todo el auditorio, yo solo sonreí al ver la sonrisa nerviosa que se formó en ella, era muy linda cuando sonreía, espera que, o sea si, está bien admitir que las personas son lindas, no es nada malo Jisoo.

- Mis padres son coreanos pero emigraron a Australia y ahí nací yo, lo único coreano que tengo es mi aspecto.

Todos volvieron a reír y ella también, lo cual me saco una sonrisa más grande, diablos que adorable era.

- Tengo catorce años y espero tener una gran estancia aquí, gracias.

Wow, Es un año más joven que todas aquí, interesante.

- Eso chicas, ahora necesito cinco voluntarias que ayuden y guíen a cada una de las nuevas alumnas por las instalaciones cada día durante esta primera semana.

Rápidamente me pare y subí al escenario posicionandome al lado de la directora y luego de un minuto empezaron a subir las otras cuatro chicas voluntarias, wow, que desesperada me habré visto, la directora decide darme a la chica italiana pero yo le expliqué que me mejor me diera a Park porque como era coreana sería más productivo que se familiarice conmigo y eso, no sé cómo la directora me creyó pero al final hizo el cambio, uff, gracias universo; Me acerco a Roseanne.

- H-hola, soy Kim Jisoo, yo seré tu guía.

Dije evocando una sonrisa nerviosa y extendiendo mi mano para que la tomara, diablos por qué estaba tan nerviosa es solo una chica, una chica que me intriga y que tiene el puto aspecto de un ángel, ay Kim Jisoo, que carajos estas pensando, estas errática últimamente.

Ella tomo mi mano, sonrió y hablo.

- Hola Jisoo, yo soy Roseanne.

First Time } ChaeSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora