First Time } ChaeSoo

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POV DONGHEE

No podía ser cierto, era la pequeña extranjera, que se hacía llamar coreana, que no hablaba coreano y era mal educada, no podia creer lo que veian mis ojos, era ella, la niñita que le quitaba el valioso tiempo a mi Jisoo; Jisoo no lo sabe pero una vez las oí hablar... Me da asco solo recordar, pero me alegra que el día que las oí Jisoo estaba terminando lo que sea la aberración de relación que tuvieran, mandandola a volar de vuelta a Australia, ese día me decepcione y me sentí orgullosa al mismo tiempo, porque supo frenar eso y tan solo decidió ser normal, su partida y la cabeza de Jisoo de vuelta a lo que era importante arreglaba todo, y el plan marcho excelente, hasta ahora, que de la nada volvió... Tan solo faltaba la boda, boda de la cual vine a hablarle hoy pero mi sorpresa fue mayor.

- Park Chaeyoung.- la mire fingiendo cortesía.- Estás irreconocible, te hacía tan lejos de aquí... Tan lejos de Jisoo, pensé que ya no se hablaban.- Dije en un tono hipócrita de cortesía.

- Oh, Señora Kim, sabe que no me gusta que usen mi nombre coreano, dígame Roseanne.- Dió una sonrisa de labios cerrados falsa, olía desde aquí que tampoco le gustaba mi presencia.- Y pues como vera me ha ofrecido trabajo y he vuelto, el destino nos cruzo, Jisoo y yo siempre estaremos en la vida de la otra.

Su forma de decir eso último me hizo calentar la sangre, como se atrevia a decir tal cosa con tanta soberbia, esta mocosa no va a frustrar los planes, la reputación de mi familia y la de mi jodida empresa, no me parti el lomo para que venga una jodida niñata a ponerle ideas incorrectas de nuevo a mi Jisoo en la cabeza, no va a arruinar todo lo que por tantos años construí.

POV JISOO

No mentire, me sentí tan bien cuando escuché la voz de Rosé decir que siempre nuestra vidas estarían cruzadas, porque ciertamente nunca la quiero lejos de la mía de nuevo, y escuchar eso me da esperanzas de creer que ella igual, pero por otro lado la presencia de la abuela aquí me aterra tanto, no la veía desde hace mucho, siempre venía el abuelo, o salía con el al club de campo, pero nunca veía a mi abuela, siempre está ocupada con sus amigas de la sociedad coreana, ella es tan seca que solo se acerca a mí para asuntos importantes, asuntos de la empresa y de imagen, como: "darás una charla en la sociedad coreana" "deja de salir a bares, empieza a usar la puerta trasera o aprende a tomar sola en casa", criticar mi vestimenta por teléfono y por supuesto decirme cuando y dónde tengo que estar con SuHo para que nos capten los paparazzi que contrata. Me daba miedo, siempre que ella está me hace sentir incómoda al igual que las cosas que me hace hacer, además que nunca viene sin una intención y la hoy se sentía pesada.

Sentí el ambiente tenso, Rosé esta a punto de gritarle a la abuela que tuvimos sexo de lo molesta que está, ella especialmente sabe que tan desesperante puede ser la actitud de mía abuela y como me hacía sentir mal en mi juventud cuando hablaba despectivamente de la homosexualidad u cosas que en secreto hacia o me gustaban, siempre lo hacia enfrente de nosotras y en especial de mi, se que Rosie siente un recelo profundo por ella y realmente aunque dije que por ella y nosotras haría esta vez lo que sea, no creo que sea el momento, ni siquiera estoy segura de si se quedará conmigo, así que tome el mando entre ambas mujeres e interrumpí sus miradas de odio (?

- Bueno Rosé, creo que deberías ir al piso 10 y terminar lo que te ordene allí.

me voltee a verla y le di la espalda a mi abuela, pronuncie un "perdón" y la tomé para sacarla de la oficina, no la Vi a los ojos o algo, su objeción a irse de aquí no estaba a discusión, no la quiero aquí en lo que sea que vaya a hacer mi abuela, no quiero que explote, cerré la puerta y me gire, trate de calmar mis nervios mientras mi abuela se sentaba en mi silla y yo frente a ella, estás situaciones me hacían sentir tan pequeña, saber que quizás a pesar de esforzarme tanto seguía siendo el títere de ella y su compañía, ni mi padre, ni mi abuelo, que fueron CEOS oficiales antes que yo me faltaban el respeto a mí, a mi puesto y a mi esfuerzo diario, el trabajo por el que he sacrificado mi vida y felicidad, pero ella lo hacía simplemente con acciones así de pequeñas, como sentarse en la silla que se supone es mía como CEO.