ㅡ▸▷ 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐗𝐗𝐈 ◁◂ㅡ

40 6 1
                                    

Narra Niall Horan

La música a todo volumen, la multitud de siempre, mujeres y hombres fajando aquí y allá. Detuve la mirada en una pareja, ambos hombres, quienes se besaban, sin importarles que la gente los mirara. ¿Sería bonita una relación así? Quizá Zayn y yo podríamos estar así, pero tenía que abrir mi estúpida boca.

Me encontraba asustado, presionado. Sentía que mis padres vendrían a este lugar y me sacarían de las orejas. Me acerqué a la barra, quizá este amigo podría ayudarme.

Me recargue sobre la madera y lo busque por todas partes.

— ¿Buscas a Louis? — preguntó un chico de voz familiar.

Al darme la vuelta y toparme con esa persona, sentí alivio, se trataba de Liam.

— Así es. — dije haciendo una mueca.

— Fue por hielo a las neveras, no tarda. — dijo entrando por la puerta bajo la barra. — ¿Te sirvo algo? Te ves nervioso.

— No traigo mucho dinero, estoy bien. — dije cabizbajo.

— Yo invito. — dijo mi salvador, Louis estaba ya aquí, levanté la mirada y él se encontraba con una gran bolsa de hielo.

— Oh Louis. — dije aliviado. — vengo a pedirte un favor. — me acerqué más a él.

— Claro, lo que sea para mi pequeño cupido, Niall. — sonrió y estrechó la palma de su mano con mi hombro, causándome un ligero dolor.

— Hui de la casa de mis padres, no tengo a donde ir, y solo pensé en ti. Sé que no nos conocemos bien, pero de verdad, no te pediría ayuda a menos que la necesitara. — hablé bastante rápido.

— Por supuesto, puedes quedarte en mi departamento. — sonrió, esas palabras me habían tranquilizado.

— De verdad muchas gracias, te debo una.

— No te preocupes campeón, el único problema es que salgo de aquí hasta las tres de la mañana, no sé si quieras bailar tres horas. — comentó Louis vaciando el hielo dentro de una pequeña nevera.

— Me gustaría ayudarte, si hay algo en lo que pueda ayudar, lo haré con gusto.

Louis miró a Liam y después ambos me miraron a mí.

— Si, hay algo que puedes hacer por nosotros. — dijeron ambos con una sonrisa cómplice.

Louis me guió hasta los baños, me dio un trapeador y una cubeta.

— Normalmente se vomitan en estos lugares, tú tienes que limpiarlo. — dijo abriendo las puertas de cada cubículo.

— ¿Es enserio? — pregunté arrugando mi nariz.

— Tu preguntaste. — respondió con una voz divertida.

Diarios para Niall - Ziall - | LIBRO 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora