ㅡ▸▷ 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈𝐈𝐈 ◁◂ㅡ

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Narra Zayn Malik

Y aquí estaba yo, viendo como Niall charlaba con las chicas practicantes de enfermería, la verdad se le veía muy feliz, de vez en cuando me miraba para corroborar que yo siguiera aquí, o eso creía.

¿Por qué me dan celos? Niall no es mío, ni lo será, pero siento un enojo ver como las chicas y Niall ríen, debe ser muy gracioso o interesante hablar con él.

Tomé el diario que seguía escribiendo para Niall y recargué la punta del bolígrafo sobre el papel y nada no tenía imaginación ¿Qué debía escribir ahora? Niall estaba aprendiendo poco a poco del presente.

Cerré el libro, lo metí en mi mochila y me levanté, esperé un segundo para despedirme de Niall, pero él no volteaba y realmente no quería interrumpir, en fin, Niall no volteó y lo mejor que hice fue caminar en dirección al hospital por mis cosas.

¡Hey! — gritó Niall corriendo hacia mí. — ¿A dónde vas? — preguntó agitado.

Voy a la habitación por mis cosas, debo ir a casa a terminar una tarea, no deberías correr en la condición en la que estás. — comenté sin mirarlo

Oh, te acompaño entonces. — comenzó a seguirme.

Niall, no, tú estabas charlando con aquella chica. — señalé a la practicante.

Si, bueno, es algo molesta. — respondió sonriente, como si no importara. — además, seguía charlando con ella porque no me dejaba ir, tomé de excusa que ya te ibas para zafarme.

¿Espera? ¿No querías platicar con ella? — interrogué sorprendido, ya que se veía bastante contento riendo y hablando con ella.

No, hablaba cosas que no entendía, decía cosas sin sentido, "Vodka", "Siete minutos en el cielo" y me dijo que me veía muy hábil para hacer el "69" — comentó sin ninguna discreción, como si fueran temas que se podían hablar al aire libre en presencia de todos.

Oh... — expresé avergonzado, la gente nos miraba como si fuéramos dos pervertidos. — Bueno... — rasqué mi nuca, no sabía que decir. — puedo explicarte las dos primeras, pero... — mis mejillas comenzaron a tornarse rojas. — el vodka es una bebida con alcohol, mucho alcohol, cosa que tú no puedes beber, aún. — dije tranquilizándome. — siete minutos en el cielo es un juego de fiestas o reuniones en las que dos personas van a un cuarto oscuro y pueden hacer lo que ellos quieran en siete minutos.

Suena interesante. — sonrió — ¿Y el 69?

Baja la voz. — reí. — no creo que sea el momento de que yo te explique eso. — comenté entrando al hospital.

¡Hey! — gritó desde afuera. — Ayúdame. — tomó mi mano y entramos al hospital — por favor, cuéntame cosas que debí haber aprendido en... — hizo un puchero. — en estos últimos años, me perdí de mucho, quiero hablar con una persona y saber de lo que me habla, y no solo estar como idiota diciendo "Ajá, cierto, también me ha pasado" ... — pidió soltando mi mano. — ¿harías eso por mí? — al escuchar la desesperación en su voz, no pude negarme.

Tranquilo, está bien. Te ayudaré en lo que pueda, pero hay cosas que tú debes descubrirlas solo, ahora vamos. — susurré caminando hasta el ascensor.

¿Puedo tener un celular? — preguntó entrando al elevador.

Creo que tengo uno en casa que no utilizo, sería cuestión de comprar un cargador, te lo regalaré.

Genial. — sonrió. — ¿A qué te referías con que hay cosas que debo aprender por mí mismo?

Tu sabes, cosas que solo debes hacer con chicas. — respondí sonrojado.

Que solo deba hacerlo con chicas no significa que no puedas enseñármelas tú. — sonrió inocente, ante tal comentario yo solo me había sonrojado, el no paraba de verme. — quizá puedas enseñarme el 69, si es que es posible. — se encogió de hombros, cuanta inocencia había en este chico.

Lo siento, pero no creo que quieras que yo te enseñe eso. — salimos del elevador en cuanto este abrió y caminamos hasta el cuarto.

Si quizá me explicaras lo que es, comprendería que no debo hablar de eso en voz alta.

Es que... — rasqué mi cabeza. — es algo complicado de explicar.

Pues explícamelo. — obvió sentándose en la cama.

Bueno, es una posición sexual. — dije y al instante Niall abrió sus ojos con sorpresa.

Vaya... — susurró sonrojándose. — Tienes razón, creo que eso no puedes enseñármelo tú.

Técnicamente puedo. — dije sentándome a un lado de él.

¿Lo harías? — cuestionó enrojecido, dejándome ver los hoyuelos en su rostro.

Broma. — me levanté, fui directo a mi mochila y saqué un cuaderno. — toma, léelo, te ayudara a llenar algunos huecos en el pasado, son diarios que escribí para ti.

¿Que dices? — lo tomó con ambas manos. — ¿Dedicaste todo ese tiempo para mí? — preguntó sorprendido, inclinó su cabeza hacia la derecha y sonrió, creo que ese movimiento se había vuelto en uno de los más tiernos que había visto en mi vida. Era la segunda vez que lo hacía en el día.

No fue nada, de verdad. — dije dándome la vuelta, iba a salir, pero la mano de Niall me había detenido, había enlazado nuestras manos, habíamos entrelazado los dedos, eso me había puesto nervioso ¿o emocionado? Se acercó a mí y me abrazó, tan fuerte que casi podía respirar. — no es nada. — dije con dificultad.

Lo siento. — se separó y volvió a la cama, tomó el cuaderno y se acostó, abriéndolo en la primera página. — ¿Vuelves luego? — puso su mirada en mí.

Narra Niall Horan

Comencé hojeando el cuaderno de hojas opacas, quería suponer que por el tiempo que llevaban ocultos en algún lugar de la casa de Zayn.

Su letra era linda, había palabras que no comprendía del todo, palabras como "constelaciones" o "partituras" seguramente también eran cosas sexuales.

Con suerte había aprendido a leer antes del accidente si no, nada de lo que Zayn haya escrito para mi significaría algo.

Diarios para Niall - Ziall - | LIBRO 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora