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Un año más tarde:

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Un año más tarde:

Ha pasado tanto tiempo desde aquella vez que ellos decidieron ayudarme.

Al día siguiente de cuando me mude a el departamento de ellos, trate de buscar a Lee para poder reportar el abuso que el hacía en mi.
Lo raro fue que luego de eso, desapareció.
No pude reportar nada, pero aun así se fue mi vida y es lo importante.

Salí del elevador, tenía un par de bolsas en mis brazos y caminé hacia la puerta de mi hogar.
Apenas iba a tratar de abrir aquella puerta, cuando repentinamente esta se abrió, dejándome ver a Minho con una remera blanca y pantalones negros rasgados. Su cabello estaba algo mojado.

Se veía bien no podría mentir. Trague saliva ante ver cómo el levantó su mirada de las bolsas que llevaba y miro mis ojos fijamente.

-Déjame ayudarte.-Dijo con su voz fría. Como siempre, pero ya me encontraba acostumbrada.

Tomó unas cuantas bolsas y cerró la puerta detrás nuestro.-¿Hoy sales? Iba a hacer la cena, vendrán el resto de los chicos, ¿Verdad?

-Iba a ir al mercado a comprar bebidas.-Dijo el mientras sacaba de las bolsas las compras que había hecho.-Y luego vendría aquí.

-Las hubiera comprado si me hubieras dicho.-Dije guardando al mismo tiempo que el desembolsaba las compras.-Sabes que no me molesta.

-Lo se, pero ya haces mucho por nosotros y quería sacarte un pequeño peso de encima.-Dijo el girándose y viéndome mientras guardaba las cosas.-Siéntate déjame terminar a mi.

Dijo. Aun así me negué. Estaba tan acostumbrada a realizar todo en mi antiguo hogar que en este año que había pasado, aquí sucedía lo mismo.
Los chicos siempre se quejaban de que jamás me quedaba quieta y hasta a veces peleábamos porque ellos querían hacer algunas cosas como limpiar y eso pero no los dejaba.

El suspiro y se puso frente a mi.-Hablo en serio.-Dijo secamente.

-Pues yo igual.-Dije.

Aun así me tomo de la cintura y me sentó en la mesada.
Sin darme cuenta aguante la respiración, notando como luego mi corazón se aceleró sin razón.

-¿Debo sentarte para que me escuches?-Dijo el con una pequeña sonrisa sus manos estaban en mis muslos y las saco luego de unos segundos.

Mi piel ardía bajo su tacto, ademas de que no lo veía sonreír seguido pero cuando lo hacía, me volvía completamente loca.
Trague saliva y este soltó una pequeña risa.

Rota - Lee Minho (SKZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora