Una relación abusiva no es ningún chiste después de todo. Y puede hacer tanto daño que te puede dejar rota en mil pedazos.
Pero ¿Quien dijo que una siempre puede estar rota?
¿Que pasa si te digo que lo que te lastimo antes no es nada con lo que vend...
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Abrí mis ojos levemente encontrándome con el chico que me había ayudado.
De un momento al otro estaba en el departamento de ellos.
-Bien ayudenme con esto.-Dijo apoyándome en el sofá suavemente.
-¿Y ahora que?-Dijo Minho.
Tenía mis ojos cerrados pero podía escuchar todo lo que decían.
-Bien, Han y yo le acomodaremos la cama y tu Minho, trata de ducharla, capaz así la ebriedad se le baje un poco.-Dijo.
-¿Estás loco Hyunjin? ¿Crees que la bañara sin ropa?-Dijo el otro.
-Han no seas idiota.-Dijo Minho.-La bañare con ropa interior, es como estar en bikini.
-Bien hagamos eso.-Dijo uno.-Han Vamos.
Escuché pasos alejarse y abrí lentamente mis ojos.
-Agh...-Dijo el mirándome.-Por lo menos tienes los ojos abiertos.-Se acercó a mi y me tomó en sus brazos.-Vamos cenicienta debes darte un baño.-Dijo sarcásticamente.
Solté una pequeña risa que apenas sonó, pero al mirarlo a él mientras me cargaba al baño sonrió ante mi reacción.
-Okey entiendes lo que digo.-Dijo dejándome sentada en la tapa del inodoro del baño.
Comenzó a preparar la bañera y yo seguía sentada sin hablar. No tenía ganas, me sentía triste, estaba rota.
Una vez listo, se giró a mi y me saco mis zapatos, también mis medias. Tomó mis brazos, ayudándome a levantar.
-Joder ahora resulta que soy un niñero.-Dijo.-Bien, desvístete.-Dijo mirándome a los ojos fríamente.
Dude unos segundos y asentí levemente. El alcohol hacía que pierda mi vergüenza.
Tome mi sweater y me la quite, luego hice lo mismo con mi pantalón negro. Me abrace a mi misma debido al frío y el me observaba atentamente.
Si había quedado en ropa interior en un baño de un departamento que no era mío de gente desconocida. Y aun así yo no tenia miedo. Después de todo lo que viví, ya me daba lo mismo si estaba en peligro o no.
El tomo mis brazos y me los quito.
-No tienes porque avergonzarte, es como si estuvieras en bikini.-Dijo el.-Vamos metete, se enfriará el agua.-Dijo ayudándome tomándome del brazo.
Aun así el me detuvo rápidamente, y me giró levemente. No sabía que pasaba pero mi corazón se aceleró repentinamente.
Pero al mirarlo, note su mirada en mi abdomen, y yo sabía que era lo que observaba.
-Mierda...-Dijo.
Tenía un gran hematoma, en realidad no uno solo, varios y el los noto en mi pálida piel.
