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Toda la noche la e sentido tan incómoda y no se qué hacer.
-Ahora vengo iré al baño- digo al oído de Sebastián -Te acompaño, si quieres- y me regala una sonrisa -No, está bien yo voy sola, ya vuelvo- y le devuelvo la sonrisa, le tocó el hombro al mismo tiempo que me levanto de mi silla y camino hacia el baño.
Estando dentro me siento un poco aliviada, el camino de la mesa al baño se me han hecho un martirio, me miró al espejo y me retoco el maquillaje respiro tantas veces y suspiro la mayoría.
-¡Listo!- me aliso el vestido y tomo el bolso, al bajar el pequeño escalón, me topo con alguien -Lo lamento de verdad- pero al mirarlo a la cara es el, "Carajo" es enserio -Oye no te preocupes, ya debería ser constumbre para nosotros- me sonríe, carajo había olvidado lo lindo que se ve sonriendo y también que era lo que más me gustaba.
-De acuerdo y concuerdo contigo- le devuelvo la sonrisa y nos quedamos viendo fijamente un par de segundos -Buenooo- y suspira a la misma vez.
-Tengo que irme- bajo la mirada a mis pies -Espero y estés bien- fuerza una sonrisa y nos quedamos hay parados -Bien- veo hacia otro lado que no sea el.
-Bien- contesta lo mismo. Después de unos largos segundos que parecían minutos decido retirarme -Espero vernos pronto, Sebas se a de estar volviendo loco- digo con una sonrisa nerviosa -Esta bien, cuidate- y sonríe.
El camino a mi mesa lo siento aún más incómodo que al principio, pero al menos hablé con el, no como quería pero si lo volví hacer.

Simplemente Todo Cambio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora