Rodrigo:

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Moni lleva ignorándome toda la mañana, no se que hacer así que decido por ir a dar un pequeño paseo al parque cerca de mi casa, así podré aclararme un poco la mente después de todo lo que ha pasado últimamente.

-Hola chico lindo- la voz me suena familiar, justo cuando decido ver, me tocan los hombros, miro hacia arriba y es ella. -Hola Rebe- me pongo nervioso y lo único que trato de hacer es no recordar ese beso, necesito enserio quitar de mi mente ese beso, no puedo lastimar a Rebe y para ser sinceros Mónica no siente algo por mi.

-¿Que tanto piensas?- hace el ceño fruncido y ladea su cara.

-Eh, no nada, ¿Que decías?- ella continúa igual pero unos segundos después su rostro cambia y comienza a decirme de como le fue en su día.

Mi cabeza da tantas vueltas que no logro poner la atención que Rebe se merece, joder no se que me esta pasando, pero esta chica se esta metiendo en mi sistema y se esta adueñando de mi...

- ¿Y a ti que tal te fue?- muevo la cabeza un par de veces para despejarme y saber que responder.

-Muy bien- le regalo una sonrisa algo forzada.

-Me refiero a que hiciste en tu día- ella me sonríe, pasa su brazo por debajo del mio y se recarga en mi hombro.

-Solo ya sabes lo mismo de siempre, estar en casa- ella levanta su cara y me mira.

-Pensé que harías algo mas interesante- pone sus ojos en blanco y se ríe. Tiene una risita muy dulce y tierna se podría decir, eso fue lo que me llamo la atención de ella.

Tengo solo que pensar positivo ya que supongo que si estoy con ella es porque algo especial encontré en ella, tengo que dejar de compararla con mas gente.

Mi celular suena, rápidamente lo saco de mi bolsillo trasero de mis jeans y me doy cuenta que es un mensaje de mi madre.

-Lo siento Rebe, tengo que irme, tengo que ayudarle a mi madre- le regalo un beso en la mejilla y ella me sonríe.

-No te preocupes todo esta bien, ve y me la saludas- me da un pequeño beso en los labios. Se lo respondo.

-Nos vemos, te quiero- le sonrió y me retiro, suelto un suspiro sin darme cuenta.

Ella solo se queda ahí sentada sin decir nada, pero a los pocos segundos, siento como alguien corre detrás de mi; me tocan el hombro, volteo son unas pequeñas manos.

-Me gustaría acompañarte, perdón por no decirlo pero quisiera pasar mas tiempo- Me regala una tierna sonrisa, sonrisa a la cual no puedo decirle que no.

-Claro que si, disculpa por no pedirte que me acompañaras- ella se pone de puntitas y me da un pequeño beso en la mejilla. 

-No te preocupes, vamos- ella me toma de mi mano y hago lo mismo.

Mientras caminamos me convenso a mi mismo que es Rebeca con quien debo estar, debo de enserio convencerme que la quiero a ella y que no siento nada en lo absoluto por Mónica que solo es amistad, Rebe viene todo el camino platicando de como se resbalo en casa de su tía y como fue demasiado chistoso. Solo le sonrió y continuamos nuestro camino.

Simplemente Todo Cambio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora