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Sigo aquí parado con el refractario en mis manos, no se qué decir ni que pensar, no entiendo porque me pongo así solo cuando estoy con ella o cerca de ella es algo extraño. Después de aproximadamente unos 10 minutos camino hacia la cocina para dejar en el comedor lo que traego en mis manos.
Salgo de mi casa para despejar todas mis dudas, me llega un mensaje de Rebeca y decidí ignorarlo. -Hola- dice una voz familiar por detrás de mi.
-Hola- giro sobre mis talones para ver bien quien es.
-¿Cómo has estado amigo?- me dice Sebastián al tiempo que le doy la mano para saludarlo.
-Ha Bien Bien ¿Y tú? ¿Que tal como te va?- meto mis manos a los bolsillos de mis jeans para tratar de disimular el nerviosismo.
-Pues muy bien en lo que cabe- me da una sonrisa forzada y se sienta a mi lado.
-¿Cómo está Mónica?- se la respuesta supongo. Su mirada va directo a sus pies.
-Esta muy bien- lo dice de una forma muy extraña, así que decido hacer una jugada. -Que bueno me alegran, hacen una muy linda pareja- al terminar de decir esas palabras siento como el estómago se me revuelve y se que en cualquier momento vomitare. -Gracias, pero ya no somos pareja- Espera un momento, necesito procesar todo esto, me quedo hay plantado sin decir nada.
-Hey, hola Rodrigo ¿Estás bien?- hace una mueca y solo decido reaccionar. -Lo siento no se qué decir me tomo por sorpresa- el solo me regala un pequeña sonrisa y baja su mirada.
-Ya pues, no éramos tan compatibles nos dimos cuenta que estamos mejor como amigos-  Ahora mismo no se qué decir ni que hacer, una parte de mi se alegra de que al fin terminarán aunque es cruel pero otra siente lastima por este pobre chico.
Joder esa chica linda lo es todo y ahora está soltera.
-Bueno bro me voy que tengo entrenamiento, nos vemos luego- me da de nuevo su mano a forma de saludo y yo hago lo mismo.
-Cuidate bro, nos vemos-.

Simplemente Todo Cambio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora