Mónica:

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He estado algo deprimida por sentirme culpable de arruinarle o más bien romperle el corazón a Sebastián, pero no puedo hacer nada, en realidad no teníamos nada en común o más bien no éramos compatibles.
-Hola amiga ¿Cómo sigues?- llega Mel y me da un abrazo por detrás
-Bueno un poco mejor, ¿Y tú qué tal?- toma asiento a un lado mío y me sonríe. -Bueno cariño tenía que pasar, deberías de haberte dado cuenta que solo se veían mejor como amigos, pero pues que bonito que sigan siéndolo ¿No?- no entiendo cómo esque sabe cómo decirlo siempre, le sonrió -Tienes razón, el piensa lo mismo, pero te hice una pregunta- le doy un pequeño empujónsito, me sonríe.
-Bueno cariño, muy bien ya sabes, lo de siempre, pero ahora no importó yo si no tú- hace una risita nerviosa al mismo momento en que toma su sandwich.
-Vale vale pero no siempre tiene que ser así, aparte me siento mejor- le sonrió para que se de cuenta que es verdad lo que le digo. -Ya, pues deberías de estarlo, disfruta cariño tu qué puedes, estás soltera y más joven que yo, a ambas nos queda mucho por vivir- me regala una sonrisa y me da la mitad de su sandwich, me regala un abrazo y así nos quedamos por unos minutos. Después platicamos de lo primero que se nos viene a la mente.

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