─Doctor, sólo venía por una gripe.
─Tuvo suerte de que detectáramos su apendicitis. Ahora cuente hasta diez de forma regresiva.La anestesia empezaba a hacer efecto. Las luces se volvían menos intensas. Los enfermeros se fueron de la sala.
─Ah, por cierto – dijo el doctor con una sonrisa – Mi esposa se llama Claudia Alarcón.
Antes de que la anestesia lo venciera, el paciente sintió un abrupto ataque de pánico... al escuchar el nombre de su amante.
ESTÁS LEYENDO
Cuentos para monstruos.
De Todo·La historia no es mía, anduve buscando esta recopilación para la gente que también quisiera leerla sin pagar en Amazon. ·Todos los créditos a Santiago Pedraza (el autor). ·Realmente espero que Amazon no me queme viva por hacer esto :).