Pude verla en la ventana. Fue tan sólo un momento, pero eso bastó para este hombre enamorado.
Le sonreí y la saludé, y pude notar terror en ella cuando me vio.
La comprendo.
Ella vive en el octavo piso, y para poder verla... tuve que saltar desde el doceavo.
ESTÁS LEYENDO
Cuentos para monstruos.
Acak·La historia no es mía, anduve buscando esta recopilación para la gente que también quisiera leerla sin pagar en Amazon. ·Todos los créditos a Santiago Pedraza (el autor). ·Realmente espero que Amazon no me queme viva por hacer esto :).