Cuento 9:

1.2K 103 2
                                    

El hombre escupió la sopa.

-¡Está salada! ¡Maldita sea! ¡Eres una idiota! ¡No sabes hacer nada!

El hombre se levantó furioso y golpeó a su esposa hasta el cansancio.
Luego se tomó un vaso de jugo.
Su lengua salada y la urgencia del momento, le impidieron notar el sabor amargo del cianuro.

Cuentos para monstruos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora