Cuento 20:

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-¿Cómo está mi esposo?

-No voy a hablar del tema.

-¿Por qué? Hace años que se fue contigo. Al menos dime dónde está.

-Lo siento, Clementina. No vine a discutir contigo. He venido a llevarme a Felipe.

Estas palabras hicieron que el corazón de Clementina crujiera. Quiso reclamarle a la mujer, pero, por experiencia, sabía que era inútil.

-Al menos deja que me despida.

Clementina se agachó con esfuerzo y acarició durante largo rato la cabeza de su perro.

-Adiós, Felipe -dijo con tristeza-. Y tú... primero mi esposo y ahora Felipe. ¿Cuándo? ¿Cuándo vendrás por mí? 

-Eso no puedo decírtelo -respondió la muerte.

Cuentos para monstruos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora