"PRÓLOGO"

581 49 12
                                    

Y todo comenzó desde esa oscura noche, hace más de siete meses. Donde aquel pálido conoció al peli-rosa.

Su peli-rosa...

El dueño de todos sus amores...

Se había embriagado, porque sentía dolor, furia, hambre... Hambre de venganza, esa venganza que fue apagada cuando conoció al de mofletes y labios abultados; era su ángel... Fue su ángel... ¿Lo seguirá siendo?

-Disculpe... Ya vamos a ce-cerrar, señor. - dulce voz, fue lo que Yoongi pensó. Desde en ese entonces fue su mayor temor, el no volver a escuchar su voz. Una nueva melodía se formó y su osadía por tenerlo a su lado incremento - Se-señor, tiene que - y calló cuando vio los ojos de su mayor. Tan hermosos, incluso estando llorosos. Tan espléndidos, a pesar de tener una mirada filosa que daba miedo - Yo... - alzó su vista, para poder ver al dueño del lugar, su jefe. Este mismo regresó a verlo, conectando miradas de superior y su menor aprendiz... Aunque esa clase de aprendiz era terrible - Señor Kai. Yo cerraré esta noche, ¿puedo? Necesito hablar con... Él ... -.

-¿Un amigo tuyo, Park? O ¿un cliente? - clientes y clientes era lo que atraía a este. Dinero a montones era lo que llevaba en su bolsillo todas las noches -.

- Na-nada de eso, señor... Es un... - lo regresó ver, sin poder observar su mirada, ya que esta era ocultada por las grandes manos de aquel pálido - Un conocido... -.

-Vale, Park, pero, recuerda, nada de andar ligando en la barra o dar tragos extra. Y ya sabes dónde están las llaves-.

-S-sí, señor - bajó la mirada. Si hubiesen dicho eso un par de años atrás, se habría sonrojado y molestado... Pero, ahora, sentía vergüenza y mucha pena. Ser reconocido de esa manera nunca le gustó, pero tuvo que acostumbrarse, ya que varía gente lo veía como un cualquiera desde la primera vez que empezó aquello, varias personas lo vieron puro, pero solo un momento-.

-Linda noche, Park -.

-Igualmente... - y aquel señor se dio la vuelta para salir del lugar, dejando a los dos jóvenes solos entre toda esa oscuridad - señor... - se contuvo nuevamente, contuvo el llanto que quería liberar desde hace una eternidad. Quería llorar, quería gritar... Simplemente quería asesinar a la persona que era ahora, a la persona que ahora reconocían con demora... -.

¿Demora?...

Pocas personas se quedaron a su lado después de saber lo que hacía para ganar dinero, y tener su propio departamento. Una de ellas fue su mejor amigo y el hermano de este. Junto con la madre de ambos es que logra ver una pequeña familia de heridas ahí, pequeña familia de heridas... Sí. La demora la tenemos todos, tenemos los ojos vendados y solo vemos lo que hay por fuera...

Un alma en pena...

No vemos lo que ocurre dentro de ella. No vemos el dolor que ha sentido y que ha pasado por todos vosotros.

Tomó asiento, al lado del peli-negro. Estaban solos, sin cámaras de seguridad grabando, o pequeñas voces por ahí rondando. Todo era silencio, un silencio que, por alguna extraña razón, era cómodo.

-Dime... - el que cubría su rostro habló primero - ¿Te has sentido solo? - eso lo golpeó, ¿soledad? ¿Por eso estaba ahí? ¿Su novia lo había dejado? ¿Un mal día de trabajo? -.

-¿Solo? Yo... Eh, la verdad es que n-... - sus palabras fueron cortadas, pero no fue intención del pálido, él quería liberarse de todo el engaño y llevar su ira a otra persona... Lamentablemente nunca supo que ese persona, que estaba buscando para hacer daño... No era Park Jimin. No, ese chico era fuerte como roca, pero débil como una rosa. Ambas partes en una sola persona-.

-Debes de haberlo hecho... Por eso estas aquí. - levantó su cara del lugar en donde se ocultaba, lo vio a los ojos y una extraña corriente de calor y a la vez de frío lleno todo su cuerpo, de pies a cabeza. Abrió sus ojos un poco más que antes, admirando a la bella persona que se encontraba frente a él. Era hermoso sin duda. Labios de color rosa pálido, mejillas un tanto sonrojadas, ojos cafés, pero no muy oscuros -.

-¿No se guarda nada, verdad? - frunció un poco su ceño e hizo, o trató de hacerlo, una línea con su boca, pero no pudo hacerlo correctamente por sus belfos - Me he sentido solo la verdad... Varias veces... -.

Parece que alguien en mi vida pertenece... Pero no aparece...

-Pero he podido salir adelante con ayuda de mis seres queridos - lo dijo firme y apacible - Dígame... ¿Usted se ha sentido solo? - y eso fue todo... Lo atacó con la misma pregunta... Pregunta que quiso escuchar desde hace mucho tiempo... Pero que nadie cumplió ese deseo -.

-Yo... -.

-¿Debe de haberlo sentido, no? Por eso está aquí. Ebrio y sin amigos - el peli-negro frunció su ceño, regresando ver a la nada, pensando si... Si eso era cierto... Si en verdad quería eso. Pero, ¿quién iba a saberlo, si no ha dicho nada en todo este tiempo? Ni siquiera su hermano se había tenido la necesidad de preguntarle. Solo lo ha cuidado, solo lo ha protegido de su padre; ese hombre que quiso alguna vez... Que lo quiere por estupidez - ¿Por qué está aquí? O mejor dicho, ¿por qué quiere estar aquí? - y volvió a la realidad -.

-Porque... -.

No tengo a dónde ir... No tengo fe en lo que voy a decidir...

Desde ese momento fue cuando la capacidad de encanto forzado de aquel chico le había gustado, se sentía tan amado y tan odiado, se sentía angustiado y a la vez embobado por la forma en que hacía ver su mundo como uno patético pero a la vez bien usado. Era único...

También recuerda la vez que se entregó a él. No lo dudo, ni por un segundo... Nunca lo haría...

-Y-Yoongi... - lo había dicho en un hilo de voz, después de una fuerte estocada que su amor le propinó -.

Sus ojos se cerraron fuertemente al sentir como la intensidad, velocidad y fuerza aumentaban y trataban de dar en su punto dulce.

Punto que nadie había tocado... Ni siquiera su primer cliente...

Y eso sucedió; por primera vez llegó al clímax sintiendo libertad, sintiendo las nubes llegar a la punta de sus dedos. Sus respiraciones eran frenéticas, una, dos, tres, y Yoongi se corrió dentro del pedazo de plástico blando.

-Jiminnie... -.

-Yoongi... - ambos conectaron miradas, preguntándose, ¿cómo pudieron estar con ese ser? ¿Cómo es que el destino había fijado su camino? ¿Sería lo correcto? ¿Se sentirían completos?... ¿Quién podría saberlo? - Y-Yoongi... - ambos brazos del peli-rosa se estiraron, queriendo y pidiendo un cálido abrazo... Esperando a que su amado se lo diera y no se sienta luego destrozado -.

Como las múltiples de veces... Que lo rompieron y jamás volvieron...

¿Estuvo bien entregarse de nuevo? ¿Poner todo su corazón en ello?

Sus ojos picaron, lágrimas contenidas brotaron. Ya no quería sentir más ese ácido en su boca después de tener una noche llena de relaciones. Quería experimentar algo dulce, cómodo, en verdad quería hacerlo, quería sentir eso a lo que todos los de su alrededor llaman amor... Pero... ¿Cómo hacerlo si nadie te acepta en un nuevo rodeo? ¿Cómo hacerlo si nadie te quiere al lado de su cuerpo? Siempre viéndote como un idiota que vende su cuerpo, que pasa de brazo en brazo hasta dejar satisfecho a su cliente mujeriego.

Quiero sentirme amado... Quiero estar a tu lado...

-Tranquilo, amor mío... - su voz llenó sus oídos, dejando en claro de que esto no era un simple juego - Estoy aquí... Y no me iré...- se fue agacha do hasta juntas su pecho con el rojizo y lleno de marcas que tenia el más pequeño - Te soportaré...- abrazó su delicado cuerpo con piel blanquecina, no tanto como la suya, pero bella como ninguna - Tal y como eres... -.

De mi vida no te desvaneces...

Y entonces... Sus ojos se abrieron...

[🍜🎹]

RM.

"PROTECT" - Namjin -.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora