Hijo Del Sol y La Luna [2won]

Cap. 13 hullamos de la vista de todos 🐰🐢🌞🌛

PV. Omnisciente
Había transcurrido bastante tiempo, las horas no se hacían presentes, nublado y el cielo llorando, Hoseok Y Hyungwon se encontraban sentados en aquella sala dominada por la obscuridad, ambos con una tristeza por encima, Húmedos por aquella carrera y solo Hyungwon estallando en llanto, sosteniendo sus piernas escondiendo su rostro para tapar sus lágrimas, su llanto era demasiado desgarrador para Hoseok incluso el llorar nunca se mostraba en él, Solo Changkyun había visto decaídas emocionales de Hoseok.

HK.- Hyungwonie... Se que esto duele lo bastante para desaparecer tu brillo, tu sonrisa, pero incluso yo daré todo por ti.- Hoseok se había puesto de rodillas ante él, con los ojos llorosos, Hyungwon era la segunda persona en saber cómo era el hermoso corazón de aquel conejo.- Mírame.- el menor apartó su rostro de sus piernas para mirar a Hoseok, su rostro estaba sonrojado por aquellas lágrimas, mientras el mayor las secaba con mucha delicadeza, una ligera sonrisa y lágrimas a punto de salir.- Hay cosas mucho más duras que he experimentado, no comparadas con las tuyas, pero lo bastante para decir que soy un pequeño conejo débil, con defectos, Hyungwon, yo te amo. Te amo en tan solo poco tiempo y el verte llorar me desgarra el alma.

El conejo acercó su rostro a la de Hyungwon, dándole un beso que calmara el llanto del menor y él dejará salir unas pocas lágrimas, aquel beso salado, pero caluroso con la melodía de ambos latidos en entonación, el Corazón de ambos estaba bastante lastimado, dos personas que perdieron a compañeros demasiado importantes en sus vidas.
Hyungwon había bajado sus pies dejando que Hoseok tuviera un mejor acercamiento a él y Lugo se abrazaron, para tranquilizarse.

HW.- Tengo Frío.- su ropa estaba húmeda después de haber corrido desde la parada de autobuses.

HK.- Tendrás que prestarme ropa.- Hyungwon seco las lágrimas de Hoseok y este del contrario, regalando pequeñas sonrisas.

HW.- Tengo ropa tuya que dejaste el día que te quedaste.

HK.- Cierto.- Ambos se pusieron de pie, caminado juntos directo a la recamara de Hyungwon, había nostalgia al pasar sobre el cuarto de Minhyuk, pero Hoseok le ayudo al tomar su mano.

Hyungwon había dado la espalda a Hoseok para buscar aquellas prendas, y justamente cuando las encontró y se dió la vuelta, aquel hombre se encontraba sin su playera, mostrando su cuerpo tonificado y haciendo que el corazón del menor comenzará a latir demasiado rapido, pronto un ligero rubro se hizo presente y dejándolo estático ante el mayor. Hyungwon dió un paso muy pequeño. Por extraño que sonará, ambos esperaban un momento a solas pero no de esta magnitud y Hoseok no conocía perfectamente el cuerpo de un guardian en cuerpo humano o semi Dios, siempre había vivido como conejo, sabía de los placeres sexuales y de cómo funciona, pero no sabía cómo eran las sensaciones.
El mayor se había acercado a él, de manera involuntaria y tocado aquella suave y rosada mejilla.

HW.- De-Debio esp- esperar a que Saliera.

HK.- ¿Conoces esta sensación?.- Hoseok acercaba lentamente su rostro quedando pocos milímetros de los labios de Hyungwon.- anhelar esto es realmente...~

Un beso termino de unir a ambos, la sensación de sus cuerpos y corazones exaltados se hacían presentes, Hyungwon dejó caer la ropa al suelo rodeando el cuello de Hoseok y el contrario rodeando su cintura, acercándolo más a su cuerpo, la ventana de aquel cuarto se encontraba descubierta y dejaba mostrar lo que sucedía al exterior, ambos hombres ignorando el patio pequeño de la casa, Hoseok había caído sentado en la cama observando y ayudando a desprender la ropa del menor, aquella sensación ahora era comprendida por ambos, Hoseok admirado por la piel suave, dulce y blanca de Hyungwon, ignoraba aquel extraño castigo que Jooheon había comentado, ahora solo se concentraba en la hermosa figura de Hyungwon, ambos desnudos en aquella recamara, guiandose por lo que sucederá, saboreando el cuerpo del contrario, sabían perfectamente lo que hacian, sobrellevando su imaginación y sus cuerpos a aquellas exquisitas sensaciones, el éxtasis se apoderaba.