Educación Sexual (Dekubowl)

｡*✧Capítulo 1✧*｡

Era sábado e Izuku se encontraba en su cama mirando el techo un poco estresado, pues no sabía si su confesión fue algo bueno o algo malo. De algún modo iba a ser mucho más libre ahora que había revelado su orientación sexual, pero eso sólo hizo que le cayera un bombardeo de preguntas por parte de sus amigos. De hecho, también dijo que le gustaría ser el pasivo en una relación sexual, cosa que sólo los alteró aún más y también de lo que se arrepiente, pues después de que la clase terminara pensó que fue demasiada información sobre su intimidad.

Pero qué podía hacer, ya todos sabían que le gustaba morder la almohada y eso no iba a ser borrado de sus mentes.

Por otro lado, algunos lo miraban más de lo normal. Se sintió un poco observado desde esa clase, y se preguntaba el por qué. ¿Tal vez no estaban de acuerdo con la homosexualidad?, ¿se estaban burlando de él?, ¿o sólo era la impresión de conocer un chico que le interesaban los chicos?

Era una situación que le causaba bastante curiosidad, sobre todo por las personas de las cuales se trataba el asunto.

Katsuki, su amigo de la infancia; Todoroki, Kirishima y Kaminari, los chicos que para él, eran los más guapos de la clase.

Quería ir a hablarles para saber si todo estaba bien, pero creía que tal vez iba a ser como un lobo que buscaba comer un conejito, pues la manera en que se comportaban le daba inseguridad de dirigirles la palabra.

Midoriya estaba convencido que iba a ser el primero en decir una palabra, pero ya había alguien dispuesto a hacerlo. Esa persona se encontraba afuera de su habitación, mirando detenidamente la entrada.

Los pensamientos de Izuku fueron interrumpidos al escuchar golpes fuertes y repetidos en la puerta. Se levantó y fue a abrirla lo más rápido que pudo, bastante preocupado. Al hacerlo, se encontró con un rubio que traía una expresión muy seria en su rostro.

—¿¡K-Kacchan!? —Se sorprendió al ver que era su amigo—. ¿Q-Qué pasa?, ¿qué es esa manera de tocar?

Bakugō no respondió. Sólo se limitó a caminar  dentro de la habitación, haciendo que Izuku diera pequeños pasos hacia atrás. La esporádica visita de su amigo y el gesto de su semblante lo intimidaba mucho, y para rematar, tuvo más inquietud cuando el recién llegado cerró la puerta.

—Ummm... —Miraba el suelo mientras tocaba entre sí las yemas de sus dedos índice—. ¿Pasa algo, Kacchan?

—Maldito.

—¿Eh?

Lo confundió un poco. De todas las respuestas posibles, ¿lo primero que decía era un insulto?

—¿Desde cuándo, Deku? —El rostro de Katsuki comenzó a cambiar por uno de enojo.

—¿Desde cuándo? —Arqueó una ceja—. ¿A qué te refieres?

—¿¡Desde cuándo te gustan las vergas, Deku!?

—¡Hey! —Movió agitadamente sus brazos para intentar que su amigo bajara la voz. Si alguien llegaba a escuchar algo como eso tal vez iba a provocar un malentendido, e Izuku no quería dañar la reputación de su amigo.