Educación Sexual (Dekubowl)

｡*✧Capítulo 4✧*｡

Todos habían finalizado su entrenamiento. Se fueron a las duchas para quitarse el sudor de encima y así irse a los dormitorios para descansar por el arduo trabajo que hicieron en el día. Claramente, a Midoriya no le sonaba nada bien la idea de ir a las duchas. Antes no tenía problema alguno, pero ahora se enloquecía con sólo ver a alguno de sus compañeros usando camisilla y dejando los músculos de sus brazos al aire libre, e iba a ser mucho peor si tenía la oportunidad de ver casi todo el cuerpo desnudo de ellos.

Por más que deseara ir, no podía. No quería ir a ver a sus amigos y deleitarse, pues sería bastante irrespetuoso y vergonzante. No era esa clase de persona, aunque dudaba si se estaba volviendo una de esas. Pues de no tener problema a tenerlo porque se iba a excitar al instante, se debía a algo.

Por lo tanto, él se quedó entrenando por mucho más tiempo, lo suficiente como para que todos se hayan retirado a los dormitorios, y así tomar su baño sin dificultad alguna. De todos modos, no le disgustaba, pues aparte del mero hecho de que amaba entrenar, también le ayudaba a despejar su mente sobre el tema que hacía su mente un revoltijo.

Se dirigió exhausto a las duchas, con una gran sonrisa de satisfacción por el esfuerzo que realizó en el día, aunque ese rostro feliz cambió a uno de sorpresa de golpe al entrar al lugar. Se quedó totalmente congelado al ver que aún alguien permanecía en el lugar.

—¿T-Todoroki-kun?

—¿Midoriya? —Al parecer, al otro chico también le tomó desprevenido su llegada.

Izuku notó que había algo fuera de lugar. Comenzó a bajar su mirada sobre Shōto y en efecto, vio lo que no deseaba ver. ¿O tal vez sí?

Se trataba del cuerpo del pelirrojo, sin ninguna prenda encima, con una pequeña toalla que ocultaba su ingle. Se quedó observándolo, sin nada en mente. Simplemente estaba embelesado por lo escultural que era su amigo.

Luego cayó en cuenta de lo que estaba haciendo y ocultó su rostro con sus manos.

—¡Yo, yo, yo...! —No podía pensar claro, su amigo lo había puesto muy nervioso.

—¿Te gusta lo que ves? —preguntó con una sonrisa llena de sorna.

—¿¡QUÉ!? —Izuku no podía estar más rojo, aparte de estar más impresionado que nunca. Jamás se le ocurrió que alguien como Todoroki hacía ese tipo de bromas—. L-Lo siento, yo mejor vuelvo en un rato...

Estaba dispuesto a irse, pero Shōto no lo dejó.

—Espera, Midoriya. —Se detuvo al oír el llamado, mirándolo con bastante dificultad a los ojos—. Ahora te lo pregunto en serio. ¿Te gusta?

Deku se sintió un tanto confundido. ¿Por qué preguntaría algo como eso?, le daba demasiada pena, aunque tampoco sería capaz de no responderle; también le daba una pizca de intriga saber la razón por la cual lo preguntaba.