~KATRYNA~
No sé cuántas horas llevo sentada en este agobio de avión vagando por los cuatro vientos, ¡¿Es qué no podrían poner paradas en las nubes?! Así por lo menos camino... Me ha tocado al lado de un personaje, no me refiero a Bob Esponja, si no personaje de tonto, todo el rato hablando de fricadas ¡¿Qué soy?! ¡¿Una llamada por skype o qué?! Por favor que alguien me saque de aquí... ¡me agobio más pensando que sólo llevo una hora en el aire y que me quedan otras catorce horas volando! Sí, soy un pajarito.
*Catorce horas después*
Me he pasado el viaje comiendo cacahuetes de un avión, parecía un elefante engullendo, ¿no hay otra cosa más rica? Espera, no, sabe todo mal ¿qué hacen la comida en el comedor? Pf..
Por fin he salido del avión, qué libertad. Estoy buscando mi maleta azul cielo, no tiene ninguna pérdida, es muy chillona, qué le voy a hacer si era barata y bonita. Una vez la he cogido, salgo por la puerta grande, como los toreros, esperando a que me reconozcan, pero antes de que me reconozcan, lo hago yo.
- ¡MAMÁ! ¡SOFÍA! -salí corriendo a abrazarlas, mi hermana de cinco años se subió encima de mi como un koala, mi madre me daba besos a la vez que se le escapaban unas lágrimas de felicidad, mi hermana pequeña reía al verme, le abracé fuerte y besé su frente, la dejé en el suelo y abracé a mi madre.-
- Tenía tantas ganas de verte cariño -me dijo ella con una sonrisa emocionada. Le limpié una lágrima que corría por su mejilla y le sonreí.
Algo o mejor dicho alguien me sacó de mis encuentro familiar
- ¡ANNA! -corrí hacia ella, me estaba esperando con los brazos abiertos y sonriendo, había cambiado mucho, su pelo era corto y castaño claro, su cuerpo en forma de reloj de arena, vestía con unos pitillo blancos y una sudadera un poco ancha acompañado de sus vans negras, una lágrima bajó por mi mejilla, no podía creer que ella y yo estabamos juntas de nuevo.