No puedo parar de pensar en quién es la persona que me manda mensajes amenazando, ¿será mi padre? Dice mamá que no pero yo tengo algo por dentro de mí que me dice que me van a hacer mucho daño ¿conclusión? No lo sé, estoy aterrada.
En mi anterior escuela me hacían algo parecido y empecé a ser la peor persona del instituto, mi reputación cayó y yo no paraba de ser así, nadie sabe lo que hice y la razón de por qué me echaron de ese instituto, tengo mis años y parece mentira que no haya madurado todavía, sólo espero que no se entere nadie de aquí, podría ser lo peor que me ha pasado en el nuevo comienzo de mi vida aquí en California.
- Katryna, ya está la cena -dijo mi madre desde fuera de mi habitación-
- Enseguida bajo mamá-le dije-
Levantándome de la cama me empecé a marear, ¿qué me pasa? Veía todo nublado y moviéndose, me temblaban las piernas y un dolor tormentoso en mi cabeza despertó, caí al suelo viendo todo negro después.
~Cuatro horas después~
Me desperté en una camilla de hospital, mi madre estaba sentada en una silla a mi lado mientras perdía los nervios, me hice la dormida al ver al doctor entrar por la puerta de la habitación.
- ¿Y bien doctor? -dijo mi madre con un tono preocupado-
- Pronto despertará, sólo tiene que hacer lo que le dije anteriormente, ella tiene que hacerlo si no quiere volver a desmayar, por su salud. -dijo el hombre-
- Gracias doctor -dijo mi madre con ese mismo tono anterior-
Una vez salió el hombre de la habitación volví a abrir los ojos y miré a mi madre, quien estaba preocupada por mi estancia aquí. Le iba a hablar, pero se escuchó un grito desde el pasillo.
- ¡PASO, PASO! ¡MI MEJOR AMIGA ESTÁ EN PELIGRO! -Reconocería esa voz hasta dentro del fuego. Era la voz de Anna.-
De un momento a otro se abrió la puerta de la habitación chocando contra la pared de la habitación, ella, estaba agitada, había venido corriendo, respiraba fuerte y sonoro, como si estuviese poseída.
- Siempre dando la nota ¿eh? -le dije cuando la vi. Mi madre giró a verme y me abrazó, le correspondí el abrazo.- ¿Qué ha pasado mamá? -le pregunté-
- Emm... bueno... -dijo ella entrecortada, buscando la manera de decirme-
- Katryna, es difícil decir esto -dijo mi amiga seria-
- ¡¿QUÉ PASA?! -grité nerviosa-
- Te drogaron Katryna... -dijo mi madre-
¿QUÉ? ¿CUÁNDO? ¿POR QUÉ? ¿DÓNDE? ¡Eh, eh! Katryna, para, recuerda lo que pasó cuando estabas en la cafetería.
~FLASHBACK~
La cafetería estaba vacía, no había ningún estudiante ¡mejor para mi! , la chica era una muchacha de mi edad, era rubia de ojos verdes, el pelo con rizos abiertos y muy bonitos pero no tenía pinta de repostera.
- Un croissant, por favor -le pedí-
- ¿Con que tú eres la nueva, no? -me dijo un poco molesta ¿qué le había hecho? -
- Sí, soy Katryna, encantada -le tendí la mano-
- A mi no me vengas con esas querida -dio un manotazo a mi mano, qué maleducada- A las nuevas siempre le damos cosas especiales en la cafetería para que prueben nuestras variedades de recetas -giró sobre sí misma y cogió el bollo que pedí, pero estaba apartado de los demás, ella tardó un poco en girarse de nuevo y cuando lo hizo, me lo puso en la barra- Aquí tienes, Katryna, que aproveche -dijo con una sonrisa malvada-
Sin duda a esta le pica algo.
~FIN FLASHBACK~
- Anna, ¿cómo se llama la chica de nuestra edad que trabaja en la cafetería? -le pregunté-
- ¿Qué chica? -frunció el ceño, extrañada- No trabaja ninguna chica de nuestra edad allí, sólo está la señora Hellins, es su cafetería.
Me quedé muda, no sabía qué decir, solamente sabía que era esa chica la que me drogó.
~HOLA~
Bueno, aquí está el nuevo capítulo de hoy espero que os haya gustado :)
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Un beso, os quiero ♡