Behind the Crown

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¡Hola! Ha sido un tiempo, lo sé. He investigado mucho con este fic, pidiendo la ayuda y opiniones de diferentes personas, y realmente tuve un bloqueo horrible con esta historia y al final solo dije "Fuck it. Es ficticio". Trate de hacerlo lo más real posible, y espero siquiera acercarme a lo que realmente es. Cualquier opinión que tengan (que sea para bien) será bien recibido, y haré mi mayor esfuerzo en mejorar lo hay para mejorar.

Así que, sin más, disfruten.

El desayuno transcurrió con tranquilidad. Hablaron un poco mientras comían, no fueron grandes conversaciones, pero no prevalecía el silencio por demasiado tiempo entre ellas.

En cuanto la reina se sentó, los sirvientes comenzaron a servirles el desayuno. Todos se movían con absoluta fluidez y sincronía que daban a ver el esfuerzo que ponían por servirles a ambas.

Anna se sentó a su derecha, con la pose de un verdadero caballero, el cual sorprendió a Elsa. Al ser pequeñas, Anna era muy descuidada y un poco torpe, pero todos esos rasgos parecieron esfumarse en cuanto comenzó a maniobrar con los utensilios para comer.

Se movía con absoluta gracia y precisión que era cautivador de ver. Ponía a lucir todo lo que les enseñaron en las clases de etiqueta durante su niñez.

En cuanto los platos estuvieron vacíos, los sirvientes limpiaron todo en seguida y pasaron a retirarse para realizar otras labores. En cuanto se levantaron, Anna se inclino y se retiro no sin antes desearle un buen día a su hermana.

Elsa suspiro. Entendía que su hermana no tenía algún puesto entre sus consejeros, por lo cual no estaría con ella más tiempo y quizá la vería hasta la hora de la cena. Se dirigió a la sala de juntas donde siempre se llevaban a cabo esas reuniones, caminando con la mirada en alto de forma digna y regia, con su rostro impasible.

Al llegar a la sala, los guardias le abrieron la puerta anunciando su presencia a los presentes.

La sala de juntas no era demasiado grande y por orden del antiguo rey y mayor seguridad, el único cuarto insonorizado. En ella había una mesa larga en la que podían entrar 6 personas, las cuales ocupaban la corte real de la reina. En total eran 4 las personas presentes en ese momento.

El general Ivar, el encargado de la fuerza militar de Arendelle. Un señor de aproximadamente 45 años que había sobrevivido a guerras pasadas. Su apariencia daba a transmitir lo que había pasado. Tenia cicatrices visibles en su rostro e iba vestido con su traje militar. Proporcionando su conocimiento y experiencia a la hora de defender el reino.

Lord Hakon, un hombre de mediana edad era el encargado de mantener la economía estable. Iba vestido con traje impecable resaltando los colores de Arendelle; verde, morado con tintes de dorado. Informando a la reina cuando este estaba en peligro y dando opinión de las acciones que podrían tomarse para mejorarla.

Lord Rolf, un joven posiblemente en sus 30 años, era el encargado del comercio. Arendelle al ser el productor de la mayor mina de piedras preciosas en el área, y de crear las mejores pieles que puedan existir, no era de sorprenderse que tuvieran varios pedidos por día.  Hacia tratos de importe y exporte con diferentes reinos para así mejorar la calidad de vida con los diferentes acuerdos que formaba.

Y por último, Lady Erna. Una joven de 29 años encargada de mantener a la reina informada de las posibles amenazas para con el reino. A pesar de ser la única mujer en su corte, gustaba de vestir ropa masculina: saco morado, pantalón café y sus botas impecables.  Mantenía una red de informantes a lo largo de los diversos reinos, lo cual era útil a la hora de conocer los movimientos de sus enemigos.

Cada uno de ellos leales a la corona, leales a Elsa. Dando su vida si fuera necesario para mantener a su monarca con vida. Pasando su puesto de generación en generación.