Desperté en una cama con dosel, no sabía dónde estaba, mi corazón latía muy rápido y recordé. Te había visto, allí en ese corredor. En una pintura.
— Isa, preciosa ¿Estás bien?
Oí la voz de John a lo lejos, sentí sus manos en mi rostro. Enfoqué la vista y lo pude ver al lado de la cama inclinado sobre mí.
— Yo, no sé que me paso…
— ¿Qué te asustó esta vez?—preguntó preocupado.
— John cariño, déjanos solas por favor— Oí la voz de su madre
— De acuerdo madre, esperaré afuera.
Él salió de la habitación muy consternado por lo ocurrido. Su madre se acercó a mí.
— Isabella, estoy muy intrigada y necesito aclarar algunas cosas contigo. Verás, subí a mi habitación hace un rato, te vi observando los cuadros de la familia. Pero cuando llegaste a uno en especial temblaste y caíste, pero hay algo que me dejó aun más confusa…
— Señora yo lo siento mucho, no debía estar allí… pero…
— No tienes que disculparte por eso. Me encanta tener invitados en casa y eres libre de ir a donde quieras aquí. Dime porque no puedo soportar esto… ¿Cómo es que sabías el nombre del joven del retrato?
— Yo, no lo sé, como iba a saber…
— Te contaré una historia. Pero primero debes saber algo de sobre mí. Me casé muy joven porque me embaracé de John apenas a los 20 años, mi matrimonio no duró mucho y nos divorciamos, fue muy duro para mí pero después de un tiempo recuperé mi apellido de soltera. Soy Clara Masen y esta es la casa de mi familia. Todas las pinturas aquí son de ellos. Mis bisabuelos, abuelos, tíos, primos. Y ninguno lleva nombre, es algo que solo lo sabemos los miembros de esta familia, aunque no quedamos muchos ya. Solo mi hijo y yo. El cuadro que viste era de mi tío abuelo Edward. Él y sus padres murieron en una epidemia a principios del siglo pasado. Así que ahora te pregunto y quiero que seas sincera… ¿Cómo sabías su nombre?
Yo estaba perdida en mis pensamientos, recordaba vagamente una conversación anterior "Nací en Chicago en 1901" "Carlisle me encontró en un hospital en el verano de 1918. Tenía diecisiete años y me estaba muriendo de gripe española" "¿Y tus padres?" "Ya habían muerto a causa de la gripe. Estaba solo. Me eligió por ese motivo. Con todo el caos de la epidemia, nadie iba a darse cuenta de que yo había desaparecido".
— ¿No confías en mi verdad?— me dijo con dulzura. — Bueno de hecho no he terminado la historia. Hace 30 años yo estudiaba en Darmouth y conocí a un joven idéntico al del retrato. Él asistía a la facultad de medicina y aunque yo estudiaba leyes pude ir un par de veces más a preguntar por él, no muchos lo conocían, quise averiguar más pero en esos días me enteré que estaba esperando un hijo, dejé la universidad y mi vida se complicó. Todo lo que pude averiguar es que ese joven de llamaba Edward Cullen. Así que tengo motivos para pensar que lo conoces o al menso a un hijo suyo.
— Conocí a un Edward Cullen pero es algo de lo que no deseo hablar— dije sorprendida pero me negué a seguir diciendo algo más.
— Sólo quería saber de él. Verás, mi bisabuelo se llamaba William Masen y tenía un único hermano. Edward. Mi bisabuelo se encontraba en Londres con sus padres cuando estalló la guerra, de alguna forma se separaron en uno de los ataques y estuvo perdido por tres años allí. Durante ese tiempo no tuvo comunicación con su familia aquí. Cuando pudo volverse enteró que su hermano, su esposa y su sobrino habían muerto en una epidemia. Lo más extraño, es que a pesar de que habían tres tumbas el cuerpo de su sobrino no estaba.
—¿Como lo supieron?— Dije sin pensar.
— William inició la construcción de un mausoleo más grande y al trasladarlos los empleados le avisaron. Nunca hallaron el cuerpo de Edward hijo. Yo heredé esta casa y con ella su historia, muchos papeles y un diario de mi bisabuelo. Y aunque mi abuelo y mi padre me contaban a menudo que había sido trasladado a una institución mental en sus últimos años, sé que estaba lúcido cuando ocurrió eso. Por ese diario supe que él se había dedicado a buscar a su sobrino. Y no lo supe hasta que lo vi en Darmouth.
— ¿Qué supo señora?
— Llámame Clara por favor— insistió
— ¿Qué es lo que supo Clara?— volví a preguntar.
— Aun conservo el certificado de defunción de mi tío abuelo. Lo firmó un tal Dr. Cullen.
Se dirigió al tocador y sacó de él una carpeta con muchos papeles antiguos, muchos de esos que ya no se usan.
Extrajo con cuidado de un sobre otros papeles que deduje había guardado con más cuidado y me lo extendió. En la parte más baja estaba sin duda la firma de Carlisle.
Las manos me temblaban, pero ella tenía razón, había seguido esta historia a través del tiempo y no estaba equivocada.
— Isabella, esto es para mí muy importante. Es como saber algo que por mucho tiempo estuve buscando. Mi bisabuelo no estaba loco. Aquel Dr. Cullen se llevó a su sobrino. Lo cual quiere decir que en algún lugar tengo un primo o sobrinos y nos soy la única Masen que queda.
— No sé si pueda ayudarte en esto Clara.
— Solo dime lo que quieras o puedas decir.
— Cuando estudiaba en Forks conocí a la familia Cullen. No eran muy sociables, los conocí poco.
— ¿Forks? ¿En Seattle?
— Si. Se mudaron hace tiempo y no se a donde fueron.
— ¿Pero hablaste con él? Solo quiero saber si es feliz. ¿Su padre también se llama Edward?
— Apenas cruzamos palabras— vi su rostro de sufrimiento así que decidí mentirle.
— Bueno, si, se veía feliz. Sonreía mucho. Se llevaba bien con sus hermanos.
— ¿Hermanos? ¿Cuántos son?
— Sus hermanos son adoptados. Son dos, un chico y una chica. Su padre era el médico en el hospital de Forks, me atendió una vez cuando tuve un accidente.
— Claro, él debe ser el joven que conocí en Darmouth. Eso me hace feliz, espero verlos alguna vez. Pero ya estoy más tranquila, ese misterio ya ha sido develado. Gracias, gracias Isabella. Eres especial. Aunque sé que no me has dicho todo, respeto tu silencio.
Era más intuitiva de lo que pensaba y sus ojos verdes eran muy bonitos, exactamente igual a los de su hijo. Escuche es sonido de la puerta y ésta se abrió.
— Los siento madre pero los invitados te reclaman no sé si te has dado cuenta pero ya es más de media noche.
— Oh lo había olvidado, quédate con Isabella por favor— Dijo levantándose, me dio una sonrisa y salió rápidamente.
— Isa ¿Qué pasó? ¿Qué era tan importante?— preguntó John con los ojos llenos de curiosidad
— Dejaré que sea tu madre la que te lo cuente si lo cree prudente. Yo no puedo decirte nada.
— Bueno, respeto eso, aunque no me daré por vencido
— ¿Y Annie?— pregunté para cambiar de tema
— Está abajo preocupada por ti. Aunque conoció a alguien.
— ¿Si? ¿Quién es? ¿Lo conoces?
— De vista, hijo de uno de los amigos de mamá. Estudia leyes en nuestra universidad, aunque creo que está en último año.
— Me gustaría bajar, tengo un poco de hambre.
— Si claro. Te ayudo
Volvimos a la fiesta estaba tan cansada que nos marchamos pronto. Annie al parecer había sido flechada, su sonrisa era más amplia y tenía un brillo en los ojos. Y yo no quería saber nada más por ahora.
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UNA VIDA SIN TI
Fiksi PenggemarUNA VIDA SIN TI (Apta para todos) Todos los personajes le pertenecen a S. Meyer, sólo la trama es original. QUEDA PROHIBIDA TODA COPIA SIN PERMISO DE LA AUTORA Sumary: Edward abandonó a Bella en el bosque. Veinte años después, regresa a Forks a b...