EDWARD
Era una carta muy corta y discreta. ¿Acaso tenía la sensación que había querido ahorrarme detalles sobre sus nuevas experiencias?
Solo unas líneas para contarme cosas tan importantes. Fueron más de 5 cartas para explicar su primer año de universidad y solo unas palabras para varios años.
¿Había cambiado tanto? ¿Eso era convertirse en un adulto?
Algo que yo no había experimentado porque siempre tendría esta edad, no podía entenderlo.
Me sentía celoso, debo reconocerlo, fue fácil tragarlo de esta manera sin detalles y eso se lo agradecía.
Cuantas veces quise ser yo el primero en su vida como lo había sido en su primer beso y su primer suspiro, el primer baile… el primer amor, como ella lo era para mí. Me daba cuenta de que ella cambiaba, se hacía mujer, una mujer muy hermosa y sola.
Vivió con un poeta, en Paris, eso no podía ni imaginarlo. Pensé que sería John el que obtuviera su mano y la cuidaría siempre. Confié en eso desde el principio, pero al parecer la vida tiene múltiples caminos y sentía que Bella se estaba perdiendo en ellos.
Tome otro papel más, otra carta, aunque ésta parecía arrancada de algún cuaderno.
Ya solo quedaban dos más y las otras…las que le escribieron esos tipos.
TRECEAVA CARTA
Me despertaba antes del amanecer. Algunas noches apenas dormía.
Veía el cielo aclarando afuera, comenzaba a amanecer, sería un día con lluvia, gris, como mi vida.
Regresé a Forks, Charlie estaba más retraído que de costumbre, apenas hablaba conmigo.
Sam ya se había casado y tenía dos hijos con Emily. Felices ellos que eran el uno para el otro.
Yo no veía a John hacía más de un año y no tenía intenciones de buscarle, él tampoco trató de contactarse conmigo.
Tuve dos propuestas de trabajo en Chicago pero no quería volver allí. Acepté enseñar en un instituto en Port Ángeles, era un lugar con más movimiento que Forks. Igual de gris y oscuro pero con más gente.
Volví a ver a Jacob, por ese entonces, él trabajaba cerca del instituto y comenzamos a salir. Intentamos llevarnos bien y al principio pareció funcionar. Me mudé a su departamento y pude terminar ese año académico con ciertos altibajos. Pero me ahogaba vivir con él, las peleas eran cosa de diario y no me apetecía soportar su odioso carácter. Más que sus palabreas eran sus silencios, lo que nunca se atrevía a decir, siempre dejaba sus comentarios hirientes a medias. Parecía culparme de todo lo que sucedía, me reclamaba por algo que yo ya no podía cambiar. Se había convertido en un amargado y me estaba amargando la vida a mí.
Mi necesidad de viajar era más fuerte. De alejarme de todo esto que conocía. De comenzar otra vez. Siempre mi vida es eso, comenzar y recomenzar, como si no encajara en ninguna parte, la vida se negaba a mostrarme el lugar correcto para mí.
Así que cansada otra vez de andas y andar, una mañana sin despedirme de nadie tomé mis cosas y me mudé a Brasil. Lejos de toda la gente que conocía, esperaba hacerme un lugar en una tierra desconocida.
Me establecí en Río de Janeiro, el idioma no fue tan complicado y el clima era exquisito, podía ver el sol cada día. Y los altos acantilados me hacían recordar Forks. Disfruté mucho, era como un paraíso aunque no estaba completo ya que siempre en mi vida faltaba algo.
Y un día en que ya no esperaba mucho de la vida, John apareció en mi puerta. Una larga historia llegaba a su fin. El largo recorrido dando tumbos había terminado. Los sinsabores, los resentimientos y la culpa se habían desvanecido. Mi vida tendría cauce ahora, lo sabía.
Al mes siguiente, sin familiares, ni amigos, ni testigos, nos casamos en una preciosa iglesia de Salvador, un pueblito de Río. No usé un vestido blanco ya que en mi vida nada había sido tradicional.
Pasamos los dos meses siguientes viajando en una luna de miel interminable, conocimos cuanto pudimos de ese hermosos e inmenso país. Yo hacía de traductora porque él no ponía empeño en aprender esta lengua.
Cada día era diferente, lleno de vitalidad y encanto. Nunca me cansaré de este maravilloso hombre, valió la pena pasar por todos los sinsabores de mi vida para poder estar para siempre a su lado.
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UNA VIDA SIN TI
FanficUNA VIDA SIN TI (Apta para todos) Todos los personajes le pertenecen a S. Meyer, sólo la trama es original. QUEDA PROHIBIDA TODA COPIA SIN PERMISO DE LA AUTORA Sumary: Edward abandonó a Bella en el bosque. Veinte años después, regresa a Forks a b...