Capítulo 25 Final

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BELLA

Miré mi imagen en el espejo, lucía imponente, para mi gusto estos diamantes eran demasiado, más propios de la realeza que de mí. Pero mi boda se había convertido en un acontecimiento.

El mismo Aro insistió en que me casara en Volterra. Sé que sus intenciones eran mostrar el poder de los Volturi al mundo entero. Por ello convocó a un gran concilio para mañana.

La ciudad estaba cerrada para humanos, es la primera vez que había visto algo parecido. Y muchos de los invitados habían llegado, todos ellos amigos míos, de mis muchos viajes.

Desde mis primeras misiones me pareció que Jane era demasiado severa con las leyes, es cierto que en algunas ocasiones se debió obrar de manera implacable, pero me parecía que también debíamos ser tolerantes y mostrar respeto por la existencia de todos. Me opuse muchas veces a los deseos de Jane e incluso a las maldades de Félix. Había aprendido a desarrollar mi poder muy bien, podía ofrecer protección al que lo necesitaba, hasta que pudiera exponer su caso. Todos merecían ser escuchados.

Un guardia Volturi nunca es bien visto y cada vez que llegaba algún lugar en misión sentía el temor de todos. Yo no quería ser temida, quería comprender y ayudar.

—Estás lindísima Bella— la voz de Alice me sacó de mis pensamientos. Rose y Esme me sujetaban el velo con horquillas en un bajo moño.

— Ya debemos salir— dijo Esme tomando su celular y marcando.

— Recuerdo cómo me sentí la primera vez que me casé— dijo Rosalie con una sonrisa deslumbrante.

— ¿Cuántas veces han contraído matrimonio tú y Emmett?— pregunté

— Diez veces, siempre escogemos la misma fecha. El día de mi nacimiento humano.

— Dicen que hace siglos no se celebra una boda como ésta, me atrevería a decir que en más de un milenio— explicó Alice.

— Es cierto, el último enlace importante fue hace 1200 años entre Marcus y Didyme— dijo Rosalie

— Pero Alec y Renata se casaron hace 150 años— les conté. De cierta forma estaba muy agradecida con Alec, me había traído a Volterra y había sido quien me transformó y me entrenó. Todo ello para poder estar cerca de Renata que permanecía siempre al lado de Aro como su guardia personal. Su amor era evidente a pesar de la marcada diferencia física. Alec parecía apenas un adolescente.

— No es lo mismo Bella. Hace más de un milenio que los clanes no se reúnen así. Aro ha convocado a un concilio, casi todos los aquelarres asistirán— Alice se veía feliz, cientos de vampiros apreciarían su obra. Ella se había encargado de casi todo. Desde el vestido hasta la decoración.

–Claro que ustedes tienen una buena excusa para no asistir— dijo Rosalie con un tono pícaro en su voz.

— Bella, hija, Carlisle ya está en el vestíbulo, el auto espera— Esme me miraba con tanto cariño.

Caminé por los pasillos de piedra, había pasado tantas veces por aquí aunque nunca tan feliz como ahora.

Carlisle llevaba un smoking negro y me sonreía. Me ofreció su brazo y subimos a la limosina. Alice, Esme y Rosalie subieron a un auto delante de nosotras.

Alice tenía una expresión de frustración, inicialmente había planeado que llegaría a la iglesia en un coche tirado por cuatro caballos pero no hubo forma de poder entrenar a los pobres animales para que obedecieran. Cada vez que uno de nosotros se acercaba relinchaban y salían huyendo, algunos se lastimaron severamente tratando de alejarse. Al final mi hermana tuvo que resignarse y aceptar un lujoso auto.

UNA VIDA SIN TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora