Capítulo 24

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EDWARD 

Sus manos entre las mías, sus ojos en mis ojos, era todo lo que había soñado. Volver a tenerla. Quería preguntar muchas cosas y no sabía por dónde empezar, sabía que no me ocultaría nada. Así que debía empezar por lo primero

— ¿Me amas?— le pregunté.

— ¿Lo dudas?— respondió.

— No, ya no— le sonreí

— Claro que te amo, nunca he dejado de hacerlo aunque pensé que, bueno ya sabes, lo último que me dijiste no fue nada romántico ¿verdad?

— Lo siento—respondí. —Bella—se sentía maravilloso poder decir su nombre mientras la miraba, sus bellos ojos chocolate ahora eran de un dorado brillante, pero era la misma mirada.

— ¿Edward?— mi nombre sonaba maravilloso viniendo de ella.

— ¿Me contarás la verdad de lo que paso?— pregunté

— Si. ¿Qué deseas saber?— me sonrió.

— ¿Quién te convirtió?— pregunté, aunque ya sabía la respuesta quería confirmarlo.

— Alec—respondió sin vacilar, no esperaba esta respuesta.

Mi mente vagó por todos mis recuerdos tratando de encontrar a alguien con ese nombre en todos estos años.

— ¿Quién es Alec? Espera, antes que me pierda nuevamente. Aclárame algo. Leí tus cartas y solo hasta ahora me doy cuenta que fuiste tú la que escribía hasta que te encontraste nuevamente con Victoria. Pensé que ella había sido la que te convirtió. ¿Qué es lo que pasó allí? No fuiste clara al respecto. Sé que en un momento determinado aparecieron los licántropos.

— Cuando ellos aparecieron ya era tarde. Yo había tomado mi decisión. Acepté irme con Victoria. Jake y Sam no pudieron hacer nada, Victoria no estaba sola con Laurent. Había 5 más con ella. Neófitos.

— ¿Cómo que aceptaste ir con Victoria? ¿Neófitos? Bella ¿Dónde has estado este tiempo?— parecía estar muy familiarizada con los términos de nuestra especie.

— Buscándote, siguiéndote. Esperando— respondió suspirando.

— Bella, cuéntamelo todo— le pedí ansioso

BELLA POV

Su rostro estaba a unos centímetros del mío, quería besarlo nuevamente pero tenía una historia larga que contar, esperaba que no me interrumpiera a menos que sea necesario. Así que comencé.

—Cuando recibí la nota que me habían enviado, firmada por Rosalie, pensé que podría también ser una trampa de Victoria, lo presentía. Había tenido varios días para decidirme. Sea quien sea que fuera, lo seguiría porque solo quería hacer una cosa en el mundo. Encontrarte. Si era Victoria se lo pediría, no importaba el precio. Sentía que en cualquier momento saltaría de un acantilado cuando ya no pudiera soportar la tristeza en mi pecho. Nunca me recuperé por completo, hice muchas cosas para reponerme pero siempre me faltaba el aire, me faltaban fuerzas. Me sentía quebrada.

Victoria quería venganza. Me propuso un trato. Me ofrecía la inmortalidad, con una condición. Ayudarla a destruirte. Ella era buena rastreadora, dijo saber dónde estabas. Pensó que te odiaba por haberme dejado. Me tomó solo dos segundos aceptar su propuesta.

Victoria ya me tenía cuando llegó la manada, pelearon de igual a igual hasta que salieron los neófitos ella había creado para poder llegar a mí. Con la nueva distracción me llevó lejos de allí. Ella y su nueva pareja. Laurent había caído. Los demás se quedaron luchando.

UNA VIDA SIN TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora