Desperté al siguiente día y me costó recordar lo que había pasado y dónde me encontraba. Lentamente me levanté, caminé por la habitación. Miré por la ventana, había un hermoso jardín de rosas allá abajo.
Debía tener una larga conversación con Clara y John. Escuché golpes en la puerta.
— Adelante— dije. Estaba segura de que este sería un día triste.
— Isa, cariño estas despierta— la voz de John sonaba apagada.
— ¿Descansaste bien Isabella?— su madre venía tras él. ¿Qué decirle a Clara?
Estaba cansada y agobiada, había guardado dentro de mí tantas cosas. No confiaba en nadie.
— Clara, John necesito hablar con ustedes. Abrirles mi corazón, ser sincera—
— Eso es lo que esperaba Isabella, sé que debe ser difícil para ti. Anoche John y yo tuvimos una larga conversación y está al tanto de todo. Pero no queremos presionarte, no debes sentirte obligada.
— Quiero hacer esto lo antes posible no me gustaría arrepentirme.
— Come algo y aséate, te esperaremos abajo— dejó la charola en una mesita, tomó a su hijo del brazo y salieron.
Por fin diría la verdad, abriría mi corazón aunque sabía que no completamente pero si lo necesario para que sepan cómo me siento.
Tomé un jugo y unos bollos. Me duche y baje al privado de Clara. Ellos me estaban esperando.
— Siéntate junto a mi Isa—dijo John tomando mi mano.
— John cariño no la presiones— Clara lo miró con tristeza.
— Está bien Clara, lo necesito cerca— los ojos de John se iluminaron.
Fijé mi vista en la ventana, tomé un poco de aire y reuní el valor suficiente para relatarles mi historia.
— Nací en Forks, Washington, mis padres se separaron cuando tenía 4 años, mamá me llevó a vivir con ella a Phoenix. Pasaba unas semanas cada verano con mi padre en Forks. Él era muy amigo de Billy Black el padre de Jacob. Cuando cumplí 16 años mi madre se volvió a casar con un jugador de baseball y me fui a vivir con mi padre para darles tiempo juntos ya que viajaban mucho. En mi nueva escuela conocí a los hermanos Cullen. Ellos eran los hijos adoptivos de uno de los doctores del hospital. Eran 5 jóvenes. Rosalie y Emmett que eran pareja. Jasper y Alice también pareja. Y Edward— tanto tiempo había evitado pronunciar este nombre que perdí el aliento.
— Isa, amor, si esto te hace daño yo no necesito saberlo, en verdad no me importa— John me miraba con gran cariño y supe que hablaba en serio.
— Debo continuar— dije. —Los Cullen eran muy extraños, nunca se mezclaban con los demás estudiantes. Llevé un curso con Edward, compartimos carpeta, así fue como lo conocí. Al principio era muy esquivo conmigo pero un día en el estacionamiento un auto se salió de control, estuvo a punto de atropellarme y él me salvó. En otra ocasión fui a Port Ángeles con unas amigas y me perdí buscando una librería. Fui acorralada por unos sujetos que querían lastimarme, Edward apareció nuevamente y me salvó otra vez. Me confesó que me había seguido para protegerme y nos hicimos amigos.
Por esos días fui a La Push la reserva donde vivía Jacob, quien me contó que los quilete eran enemigos de los Cullen por generaciones. Eran de bandos opuestos.
— ¿Qué eran exactamente los Cullen?— preguntó Clara.
— Pertenecían a un mafia, pero habían hecho un pacto de no agresión con la gente de la reservación y respetaban su territorio.
ESTÁS LEYENDO
UNA VIDA SIN TI
FanfictionUNA VIDA SIN TI (Apta para todos) Todos los personajes le pertenecen a S. Meyer, sólo la trama es original. QUEDA PROHIBIDA TODA COPIA SIN PERMISO DE LA AUTORA Sumary: Edward abandonó a Bella en el bosque. Veinte años después, regresa a Forks a b...